Este libro sostiene cuerpo y escritura en permanente movimiento. Circulan entre sí. Todos los cuerpos que participan del set y/o de una mesa de trabajo mueven y se mueven, están moviendo, tocan y son tocados. La complejidad de la trama se observa a lo largo de las piezas y en el conjunto como unidad. Ahí está Paz y sus espacios, su cuerpo sentado, sus brazos y manos plegando.

Una colección de tiempos. Una colección de atuendos.

Los atuendos, resultado de una secuencia de movimientos repetidos, reiterados, reinventados también a cada vuelta, son portadores de significación para quien los danza. Cada pequeña acción perceptiva conforma de a millares un gran gesto creativo que es simultáneamente colectivo e individual. Cada atuendo se convierte en un lugar. Y, así, por cúmulo, todo es volumen. Los atuendos son en tanto se usan, en tanto toman el cuerpo o el cuerpo es tomado o se toma un cuerpo que se deshace de su yo y se convierte en otra cosa. Entra en relación, despide al ego. ¿Qué pasa con el cuerpo que viste? ¿Qué acciones han de ser ejecutadas una vez montado el cuerpo? ¿Qué danza danzará el profeta? ¿Cómo comunica su sabiduría? ¿Cuándo celebra su revelación?

Epílogo Josefina Zuain


Diseñar es darle valor a un proceso. Diseñar es poner en relación una unidad con otra, una parte con otra, un aspecto con otro. Diseñar es vincular, asociar, reunir. Diseñar es crear un espacio donde haya lugar para encontrarme con otrxs. Convocar para compartir. Encontrarnos para hacer con las manos, los dedos, las uñas, la piel. Realizar tareas de a dos, de a tres, de a cuatro, de a diez. Conversar, cruzar distintos puntos de vista y escucharnos. Estar juntxs mientras combinamos materiales, tocamos texturas, anudamos, plegamos, enhebramos partes y damos puntadas. Las personas que aparecen en este mapa de nodos, de puntos, de líneas conectoras hicieron posible que cada traje, cada escena, cada espacio, cada momento, existiera y pudiera palparse. Este libro es la puesta en escena de todas esas interconexiones y relaciones. El tiempo fue haciendo el resto. Gracias a mis afectos.

María Paz Garaloces

No es digno de un profeta quitarse su atuendo sin danzar - María Paz Garaloces

$39.600
No es digno de un profeta quitarse su atuendo sin danzar - María Paz Garaloces $39.600

Este libro sostiene cuerpo y escritura en permanente movimiento. Circulan entre sí. Todos los cuerpos que participan del set y/o de una mesa de trabajo mueven y se mueven, están moviendo, tocan y son tocados. La complejidad de la trama se observa a lo largo de las piezas y en el conjunto como unidad. Ahí está Paz y sus espacios, su cuerpo sentado, sus brazos y manos plegando.

Una colección de tiempos. Una colección de atuendos.

Los atuendos, resultado de una secuencia de movimientos repetidos, reiterados, reinventados también a cada vuelta, son portadores de significación para quien los danza. Cada pequeña acción perceptiva conforma de a millares un gran gesto creativo que es simultáneamente colectivo e individual. Cada atuendo se convierte en un lugar. Y, así, por cúmulo, todo es volumen. Los atuendos son en tanto se usan, en tanto toman el cuerpo o el cuerpo es tomado o se toma un cuerpo que se deshace de su yo y se convierte en otra cosa. Entra en relación, despide al ego. ¿Qué pasa con el cuerpo que viste? ¿Qué acciones han de ser ejecutadas una vez montado el cuerpo? ¿Qué danza danzará el profeta? ¿Cómo comunica su sabiduría? ¿Cuándo celebra su revelación?

Epílogo Josefina Zuain


Diseñar es darle valor a un proceso. Diseñar es poner en relación una unidad con otra, una parte con otra, un aspecto con otro. Diseñar es vincular, asociar, reunir. Diseñar es crear un espacio donde haya lugar para encontrarme con otrxs. Convocar para compartir. Encontrarnos para hacer con las manos, los dedos, las uñas, la piel. Realizar tareas de a dos, de a tres, de a cuatro, de a diez. Conversar, cruzar distintos puntos de vista y escucharnos. Estar juntxs mientras combinamos materiales, tocamos texturas, anudamos, plegamos, enhebramos partes y damos puntadas. Las personas que aparecen en este mapa de nodos, de puntos, de líneas conectoras hicieron posible que cada traje, cada escena, cada espacio, cada momento, existiera y pudiera palparse. Este libro es la puesta en escena de todas esas interconexiones y relaciones. El tiempo fue haciendo el resto. Gracias a mis afectos.

María Paz Garaloces