Es un poemario (segundo libro del autor) que compila poemas lésbicos y filosóficos principalmente, y gira alrededor de los tres nihilismos de F. Nietzsche.

"Ella me habla de nihilismos. Dic que el camello se arrodilla ante otrxs, que el león no cree en nada, que el niño es libre para amar y crear. Yo leo que el camello se enamora, que el león teme y sabe reinar, que el niño depende por completo de su entorno.

Entonces queda la poesía, como en el principio, el logos, la palabra, la revelación ehcha idea. La maldición de la escritura es también aquello que salva, como decía Clarice Lispector. En medio de tanta ceguera, de tanta negación, existe alguna certeza: "no estoy sola en el mundo, pero todos los que no son yo, son ciegos". De esa afirmación, surge una confirmación, un destino, un saber hacia dónde ir.

Negar un principio es, en definitiva, aceptar que existe un recorrido, un camino, una huella que pisar. Y Gaita se anima a andar los caminos viejos y nuevos de la poesía que se pregunta, que indaga en la philia, en el amor al conocimiento y en la pasión por la palabra. Sobre todo  la palabra que puede plasmar una experiencia, el pathos y el eros más puro."

Virginia Janza