Conviven en la experiencia de la ciudad, la velocidad de la mirada, los medios de control, discursos e interpretaciones de leyes, morales y de voces homogéneas. Caminos posibles y calles ya trazadas, el paseo despreocupado y las cámaras de seguridad. En la ciudad, la anonimia y el tránsito descubren una experiencia del vínculo de lo incógnito y la velocidad de las palabras no dichas.
Kirchner conversa con el eternauta, y la práctica adquiere contenido ético. La política, el compromiso, el cuidado de sí y del otro, un estado en la práctica de una ciudadanía, una ciudadanía en la práctica de una ciudad y de un texto, una utopía, un relieve, una geografía, una extensión con intensiones que no combaten entre sí, que conviven las distancias. Un compromiso político: amistad. La amistad de lo que puede ser pensado como un lugar común, un lugar imposible y un lugar deseado. No homogéneo. La amistad de un camino transitable. Se trazan sagas. Una saga cultural y política incluyente de la historia de las generaciones.
Las paredes y los suelos no son los espacios mudos en los que lo público se confronta con lo público. Sino también, espacios en los que puede desprenderse de cualquier particularización identitaria, de una clase, de un sector, de un gueto, un colectivo, salirse de esos encierros para hacer circular el trazo proyectado de pies ligeros. El sigil, el esténcil, la letra, vibraciones que circulan por la mirada amorfa del transeúnte, la intimidad del transeúnte con los contornos que se dejan circular de la impresión, del texto. Allí hay algo abierto, como impronta, como combinatoria, como impresión.

Néstor vive - Claudia Berra

$32.000
Néstor vive - Claudia Berra $32.000

Conviven en la experiencia de la ciudad, la velocidad de la mirada, los medios de control, discursos e interpretaciones de leyes, morales y de voces homogéneas. Caminos posibles y calles ya trazadas, el paseo despreocupado y las cámaras de seguridad. En la ciudad, la anonimia y el tránsito descubren una experiencia del vínculo de lo incógnito y la velocidad de las palabras no dichas.
Kirchner conversa con el eternauta, y la práctica adquiere contenido ético. La política, el compromiso, el cuidado de sí y del otro, un estado en la práctica de una ciudadanía, una ciudadanía en la práctica de una ciudad y de un texto, una utopía, un relieve, una geografía, una extensión con intensiones que no combaten entre sí, que conviven las distancias. Un compromiso político: amistad. La amistad de lo que puede ser pensado como un lugar común, un lugar imposible y un lugar deseado. No homogéneo. La amistad de un camino transitable. Se trazan sagas. Una saga cultural y política incluyente de la historia de las generaciones.
Las paredes y los suelos no son los espacios mudos en los que lo público se confronta con lo público. Sino también, espacios en los que puede desprenderse de cualquier particularización identitaria, de una clase, de un sector, de un gueto, un colectivo, salirse de esos encierros para hacer circular el trazo proyectado de pies ligeros. El sigil, el esténcil, la letra, vibraciones que circulan por la mirada amorfa del transeúnte, la intimidad del transeúnte con los contornos que se dejan circular de la impresión, del texto. Allí hay algo abierto, como impronta, como combinatoria, como impresión.