La vida y la obra de Jacobo Fijman, autor mítico más reconocido que leído, carecen de correlato en nuestra historia literaria. Dueño de una profunda sensibilidad, su poesía se distingue por una construcción metafórica que descubre relaciones inéditas entre el ser y los elementos, concentrando en su transcurrir el lenguaje simbólico de la tradición judeo-cristiana en función de una vivencia espiritual propia. Su verso medido y meditado recupera el ancestral sentido del poeta como profeta que expresa los estados del alma desde la más íntima soledad, erigiéndose así en portavoz divino, en mesías poético que busca, por sobre todas las cosas, comunicarse y recobrar la esencial unidad del universo. No extraña, por tanto, que haya sido catalogado como un poeta místico y surrealista, adjetivos que describen algún aspecto de su obra pero que no logran asirla en su complejidad.

En una cuidada edición, Editorial Serapis ofrece Molino rojo (1926) y Estrella de la mañana (1931), con la honda convicción de que su lectura supone un reencuentro con la potencia que inviste la poesía del más alto nivel.

 

Jacobo Fijman nace en 1898 en la Besarabia Rusa (hoy Moldavia). A los cuatro años llega a la Argentina, donde su padre se emplea como trabajador ferroviario, itinerando así por varias provincias del país. En 1917 se traslada a Buenos Aires y comienza una nutrida y variada formación cultural. Periodista, músico ambulante, peón de aserradero, viaja por el interior del país y en 1921 es internado por primera vez en el actual Borda. Poco después se traslada a Montevideo a trabajar en una editorial, y publica sus primeros poemas y escritos en revistas argentinas. Vuelto al país, frecuenta a los miembros de la revista Martín Fierro y de otros círculos literarios. Publica en 1926 su primer poemario, Molino Rojo. Después de un viaje por Europa, aparece en 1929 Hecho de estampas, en tanto el vínculo con la religión católica se estrecha coronándose con su bautismo en 1930. Al año siguiente publica Estrella de la mañana, su último poemario. A partir de allí Fijman se sumerge en estudios patrísticos y en un hondo aislamiento del ambiente cultural. En 1942 es detenido y finalmente enviado nuevamente al Hospicio de las Mercedes (Borda) donde morirá en 1970.

 

Edición y notas de Tadeo Stein; prólogo de Pablo Warner.

Molino rojo. Estrella de la mañana - Jacobo Fijman

$19.000
Molino rojo. Estrella de la mañana - Jacobo Fijman $19.000

La vida y la obra de Jacobo Fijman, autor mítico más reconocido que leído, carecen de correlato en nuestra historia literaria. Dueño de una profunda sensibilidad, su poesía se distingue por una construcción metafórica que descubre relaciones inéditas entre el ser y los elementos, concentrando en su transcurrir el lenguaje simbólico de la tradición judeo-cristiana en función de una vivencia espiritual propia. Su verso medido y meditado recupera el ancestral sentido del poeta como profeta que expresa los estados del alma desde la más íntima soledad, erigiéndose así en portavoz divino, en mesías poético que busca, por sobre todas las cosas, comunicarse y recobrar la esencial unidad del universo. No extraña, por tanto, que haya sido catalogado como un poeta místico y surrealista, adjetivos que describen algún aspecto de su obra pero que no logran asirla en su complejidad.

En una cuidada edición, Editorial Serapis ofrece Molino rojo (1926) y Estrella de la mañana (1931), con la honda convicción de que su lectura supone un reencuentro con la potencia que inviste la poesía del más alto nivel.

 

Jacobo Fijman nace en 1898 en la Besarabia Rusa (hoy Moldavia). A los cuatro años llega a la Argentina, donde su padre se emplea como trabajador ferroviario, itinerando así por varias provincias del país. En 1917 se traslada a Buenos Aires y comienza una nutrida y variada formación cultural. Periodista, músico ambulante, peón de aserradero, viaja por el interior del país y en 1921 es internado por primera vez en el actual Borda. Poco después se traslada a Montevideo a trabajar en una editorial, y publica sus primeros poemas y escritos en revistas argentinas. Vuelto al país, frecuenta a los miembros de la revista Martín Fierro y de otros círculos literarios. Publica en 1926 su primer poemario, Molino Rojo. Después de un viaje por Europa, aparece en 1929 Hecho de estampas, en tanto el vínculo con la religión católica se estrecha coronándose con su bautismo en 1930. Al año siguiente publica Estrella de la mañana, su último poemario. A partir de allí Fijman se sumerge en estudios patrísticos y en un hondo aislamiento del ambiente cultural. En 1942 es detenido y finalmente enviado nuevamente al Hospicio de las Mercedes (Borda) donde morirá en 1970.

 

Edición y notas de Tadeo Stein; prólogo de Pablo Warner.