Mis modelos de conducta es un tributo a las “malas influencias” con las que fermentó su talento creativo: un catálogo de anormales, un panteón de desviados cuyas patologías inspiran las dulces maravillas de la perversión que integran vida y obra del “sultán de la sordidez”, tal y como al propio Waters le gusta denominarse.

Los perfiles biográficos de musas anónimas como Lady Zorro, stripper lesbiana de Baltimore; Bobby García, “el Buñuel de las Mamadas”, pornógrafo amateur pionero de los videos con Marines del ejército norteamericano; y Leslie Van Houten, miembro del clan de las “chicas Manson” involucrada en los asesinatos de Sharon Tate y los La Bianca, conviven aquí con el retrato de los aliados pecaminosos que Waters encontró en las escrituras de Tennesse Williams y Denton Welch, en estrellas como Little Richard y artistas como Cy Twombly. Con un tono confesional e hilarante, los textos aquí reunidos son mucho más que el resultado de una vida al servicio del escándalo y la exposición de un canon de la desviación: en ellos Waters examina las anomalías de sus modelos de un modo reflexivo e indulgente que funciona también como terapia de autosuperación para la conjura de sus propios demonios personales.

 

Mis modelos de conducta - John Waters

$18.000
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Mis modelos de conducta - John Waters $18.000

Mis modelos de conducta es un tributo a las “malas influencias” con las que fermentó su talento creativo: un catálogo de anormales, un panteón de desviados cuyas patologías inspiran las dulces maravillas de la perversión que integran vida y obra del “sultán de la sordidez”, tal y como al propio Waters le gusta denominarse.

Los perfiles biográficos de musas anónimas como Lady Zorro, stripper lesbiana de Baltimore; Bobby García, “el Buñuel de las Mamadas”, pornógrafo amateur pionero de los videos con Marines del ejército norteamericano; y Leslie Van Houten, miembro del clan de las “chicas Manson” involucrada en los asesinatos de Sharon Tate y los La Bianca, conviven aquí con el retrato de los aliados pecaminosos que Waters encontró en las escrituras de Tennesse Williams y Denton Welch, en estrellas como Little Richard y artistas como Cy Twombly. Con un tono confesional e hilarante, los textos aquí reunidos son mucho más que el resultado de una vida al servicio del escándalo y la exposición de un canon de la desviación: en ellos Waters examina las anomalías de sus modelos de un modo reflexivo e indulgente que funciona también como terapia de autosuperación para la conjura de sus propios demonios personales.