"Durante una época, Zai dirigió un elenco de poetas que se reunían los domingos a experimentar con el pasaje de lo escrito a lo oral. En ese grupo estaba yo y, de hecho, ella me enseñó a encontrar matices a la hora de leer, que me sustraían del habitual tono monocorde. Quiero decir, me regaló un mundo. Acá pasa algo similar. El poema no transa con las convenciones de época en tanto mínimo o realista, sino como algo superior. Zaira nos regala mundos que se abren y cierran como designios celestiales brotando del supermercado. Habitando realidades personales paralelas, Merecemos como mínimo que un portal se abra habilita una experiencia en lo siguiente al humanismo. En el apocalipsis tercermundista en el que estamos, estos poemas escritos a lo largo de los años revelan su absoluta trascendencia y su inquietante poder visionario.

Me despido con esos domingos entre cánones y saltos, cuando buscábamos los bordes del lenguaje. Quizá solo fuimos un grupo de poetas más. He aquí nuestros libros".

-Micaela Szyniak

 

Zaira E. Nofal nació en Tucumán en 1986. Estudió música, teatro musical y otras cosas. Dirigió por tres años Catarsis, un grupo experimental de poesía performática que expuso seis obras en centros culturales clandestinos y en La Manzana de las Luces. Nunca le gustó el nombre de ese elenco; al elenco tampoco. Su primer musical fue seleccionado por la Bienal de Arte Joven. Actualmente, cursa la Licenciatura en Crítica de Artes en la UNA, coordina talleres de escritura e integra Criatura Artefacto, elenco becado recientemente por el Fondo Nacional de las Artes para la realización de su primera obra.

Merecemos como mínimo que un portal se abra - Zaira Nofal

$4.200
Merecemos como mínimo que un portal se abra - Zaira Nofal $4.200

"Durante una época, Zai dirigió un elenco de poetas que se reunían los domingos a experimentar con el pasaje de lo escrito a lo oral. En ese grupo estaba yo y, de hecho, ella me enseñó a encontrar matices a la hora de leer, que me sustraían del habitual tono monocorde. Quiero decir, me regaló un mundo. Acá pasa algo similar. El poema no transa con las convenciones de época en tanto mínimo o realista, sino como algo superior. Zaira nos regala mundos que se abren y cierran como designios celestiales brotando del supermercado. Habitando realidades personales paralelas, Merecemos como mínimo que un portal se abra habilita una experiencia en lo siguiente al humanismo. En el apocalipsis tercermundista en el que estamos, estos poemas escritos a lo largo de los años revelan su absoluta trascendencia y su inquietante poder visionario.

Me despido con esos domingos entre cánones y saltos, cuando buscábamos los bordes del lenguaje. Quizá solo fuimos un grupo de poetas más. He aquí nuestros libros".

-Micaela Szyniak

 

Zaira E. Nofal nació en Tucumán en 1986. Estudió música, teatro musical y otras cosas. Dirigió por tres años Catarsis, un grupo experimental de poesía performática que expuso seis obras en centros culturales clandestinos y en La Manzana de las Luces. Nunca le gustó el nombre de ese elenco; al elenco tampoco. Su primer musical fue seleccionado por la Bienal de Arte Joven. Actualmente, cursa la Licenciatura en Crítica de Artes en la UNA, coordina talleres de escritura e integra Criatura Artefacto, elenco becado recientemente por el Fondo Nacional de las Artes para la realización de su primera obra.