Inseparable del devenir del siglo XX, en especial del ciclo revolucionario que se abre en 1917, la figura de Víctor Serge no ha parado de crecer. Hijo de exiliados rusos, su infancia queda simbolizada en la muerte por hambre de su hermano. Pronto su espíritu crítico lo llevará a la militancia, primero en el movimiento obrero belga, luego en el anarquismo francés, por el que sufre persecución y cárcel. En 1917, recala en la Barcelona insurrecta. Cuando de Rusia llegan las noticias de octubre, decide partir hacia allí. Testigo y protagonista, nos deja incomparables retratos de algunas de las más hondas personalidades de su tiempo. Del anarquismo al bolchevismo, Serge será sin embargo rápidamente consciente de la degeneración del estado soviético. Su crítica a los atropellos, la represión y los crímenes le deparó el acoso y el gulag. Sufrió así el periplo de la disidencia rusa: difamación, censura, prisión y, finalmente, deportación y expulsión de la URSS. Pero Serge jamás claudicó: para el revolucionario que siempre fue, cada hombre es responsable de sí mismo y del prójimo. Estas memorias son, por tanto, no solo un acto político, sino además un monumento literario.

Memorias de un revolucionario - Víctor Serge

$37.000
Memorias de un revolucionario - Víctor Serge $37.000

Inseparable del devenir del siglo XX, en especial del ciclo revolucionario que se abre en 1917, la figura de Víctor Serge no ha parado de crecer. Hijo de exiliados rusos, su infancia queda simbolizada en la muerte por hambre de su hermano. Pronto su espíritu crítico lo llevará a la militancia, primero en el movimiento obrero belga, luego en el anarquismo francés, por el que sufre persecución y cárcel. En 1917, recala en la Barcelona insurrecta. Cuando de Rusia llegan las noticias de octubre, decide partir hacia allí. Testigo y protagonista, nos deja incomparables retratos de algunas de las más hondas personalidades de su tiempo. Del anarquismo al bolchevismo, Serge será sin embargo rápidamente consciente de la degeneración del estado soviético. Su crítica a los atropellos, la represión y los crímenes le deparó el acoso y el gulag. Sufrió así el periplo de la disidencia rusa: difamación, censura, prisión y, finalmente, deportación y expulsión de la URSS. Pero Serge jamás claudicó: para el revolucionario que siempre fue, cada hombre es responsable de sí mismo y del prójimo. Estas memorias son, por tanto, no solo un acto político, sino además un monumento literario.