“¿El mar borra o escribe? ¿Es editor o es poeta?”, se pregunta en este libro Matías Moscardi. Creo que todo poeta es editor a su manera, y más aún si hablamos del mar: esa inmensidad salada que nos mantiene humildes y aventureros al mismo tiempo. Después de todo, escribir es un acto de defensa y ataque constante, igual que un partido de básquet o la marea del mar cuando amenaza con ahogarnos pero en realidad está retrocediendo (y viceversa).

Sumergirse en esta versión oceánica del “Me acuerdo” recupera ese ejercicio dialéctico y melancólico al que nos invita mirar las olas desde la costa: mientras escribimos nuestros propios recuerdos del mar, borramos la distancia que nos separa de su espuma. (Gustavo Yuste)