Un estado totalitario  y psicópata. La mujer resumida a menos que cero y la  ambivalencia sexual como formato social  en un Buenos Aires distópico de un futuro no muy lejano. Un diario encontrado y un mito liberador y violento que se convierte en realidad.

“Esto no es un diario íntimo que hago público. Es un grito de ayuda, entre el ruidoso forcejeo de una multitud sorda. Estoy cansado. Espero donde el tiempo no existe, donde nada avanza.

A veces me caigo y aunque me levante, dejo un pedazo de mí que se pierde entre la gente. Me voy desarmando. Al dejar registrado este testimonio, no pretendo hacer una revolución, no pretendo convocar ni salvar a nadie. Pero quiero dejar asentado lo que sé y lo que siento, para que quien llegue hasta acá, sepa que no está solo. Hay quienes conocemos otra historia, tampoco sabemos qué hacer y tenemos el mismo miedo. Quizás no haya solución ni libertad posible, pero romper con este silencio, aunque sea de manera virtual, me ayuda a vivir, a creer en la posibilidad de un milagro y espero que a ustedes también.

Martirio Hammer - Jaqui Casais

$8.000
Martirio Hammer - Jaqui Casais $8.000

Un estado totalitario  y psicópata. La mujer resumida a menos que cero y la  ambivalencia sexual como formato social  en un Buenos Aires distópico de un futuro no muy lejano. Un diario encontrado y un mito liberador y violento que se convierte en realidad.

“Esto no es un diario íntimo que hago público. Es un grito de ayuda, entre el ruidoso forcejeo de una multitud sorda. Estoy cansado. Espero donde el tiempo no existe, donde nada avanza.

A veces me caigo y aunque me levante, dejo un pedazo de mí que se pierde entre la gente. Me voy desarmando. Al dejar registrado este testimonio, no pretendo hacer una revolución, no pretendo convocar ni salvar a nadie. Pero quiero dejar asentado lo que sé y lo que siento, para que quien llegue hasta acá, sepa que no está solo. Hay quienes conocemos otra historia, tampoco sabemos qué hacer y tenemos el mismo miedo. Quizás no haya solución ni libertad posible, pero romper con este silencio, aunque sea de manera virtual, me ayuda a vivir, a creer en la posibilidad de un milagro y espero que a ustedes también.