Tamara Accorinti, realiza un recorrido minucioso, por toda la filmografía de García Ferré, para comprender el modo en el que el cine de animación les hablaba a niños, pero también, sobre el modo en el que hoy dialogamos con esa época. La autora posicionará al lector desde un lugar diferente, en donde el cine animado dejará de ser percibido como un territorio neutro, para comenzar a pensarlo como un relato acorde a un modelo ideológico, producto del momento histórico que lo ve surgir.
Los cinco capítulos, que comprenden este libro, invitan a reflexionar sobre inquietudes hacia un pasado, pero a la vez se transforman en un marco teórico, desde donde se puede indagar, también, a nuestro presente.  ¿Son los imaginarios de la niñez, construcciones inocentes, o por el contrario, son el producto de las coordenadas pedagógicas, políticas y sociales del tiempo que los gestó? ¿Desde dónde se organizan las directrices para pensar las infancias? ¿Cómo se formula la lógica de niño consumidor, en contraposición, con la noción del niño como sujeto de derecho? ¿Se tienen en cuenta las desigualdades infantiles —diferencias étnicas y culturales—, o estas son absorbidas, por una identidad global, producto de procesos de homogeneización y de estrategias discursivas de desterritorialización?¿García Ferré como otras productoras de animación argentinas, han construido arquetipos y tópicos originales, o por el contrario, han importado normas, patrones, paradigmas ideológicos de una cultura dominante, como la de Walt Disney?¿Por qué ambas productoras hacen hincapié en la orfandad , en la negación del paso del tiempo, en la invisibilización de la Historia? ¿Cuál es el espacio otorgado, desde estos Star System, a la pregunta, a las contradicciones de clase? ¿A qué se debe la ausencia de personajes femeninos, en las producciones de García Ferré, con excepción de la Bruja Cachavacha? Accorinti rastrea e interviene en los diferentes ejes de las producciones de animación, en cada uno de los filmes de García Ferré, coloca bajo la lupa a cada uno de sus personajes, desde Anteojito, Antifaz, Larguirucho, Hijitus y Manuelita, entre otros, para “escuchar un modo de bucear en los silencios, en el ‘gesto’ social de los discursos, en los desplazamientos en el orden del sentido, en lo que dicen las oraciones, pero también en lo que dicen, sin decir”.