Una familia que vive campo adentro. Un embarazo no deseado llena el universo de miedo y precariedad. Marta toma la decisión de realizarse un aborto con la curandera del campo y la situación expone a todxs al terror que desviste la decisión. La maternidad abordada desde diferentes perspectivas y el deseo descarnado como aquello que no puede traducirse hace que cada unx de los personajes teja su historia en torno a ese encierro. Por más que haya tierras por recorrer y montes por andar, los alambrados son una trampa letal. Hay que desalambrar para poder seguir viviendo e intentar estar mejor, a pesar de todo.

“En el poderoso debut narrativo de Natalia Villamil, de una crudeza tanto rural como universal y de un lirismo propio del paisaje que refleja. La letra que más aparece, la letra que más se destaca es esa “M” del título: la “M” de Malnacidos. “M” de Mamá. “M” de Marta. “M” de Mari. “M” de Mugre. “M” de Muerte. (...) Así, nacidas y nacidos sin alas, cuando aparezca la tristeza de esa letra como protagonista; en lugar de vivirse como la posibilidad de un cohete a la luna se va a sentir como un ancla a ese mar seco, a esa tierra amarga, a ese paraje bíblico en el que Natalia dibuja, pinta, muestra un caligrama, un bolero, un locro western único." Leonardo Oyola

Malnacidos - Natalia Villamil

$13.000
Malnacidos - Natalia Villamil $13.000

Una familia que vive campo adentro. Un embarazo no deseado llena el universo de miedo y precariedad. Marta toma la decisión de realizarse un aborto con la curandera del campo y la situación expone a todxs al terror que desviste la decisión. La maternidad abordada desde diferentes perspectivas y el deseo descarnado como aquello que no puede traducirse hace que cada unx de los personajes teja su historia en torno a ese encierro. Por más que haya tierras por recorrer y montes por andar, los alambrados son una trampa letal. Hay que desalambrar para poder seguir viviendo e intentar estar mejor, a pesar de todo.

“En el poderoso debut narrativo de Natalia Villamil, de una crudeza tanto rural como universal y de un lirismo propio del paisaje que refleja. La letra que más aparece, la letra que más se destaca es esa “M” del título: la “M” de Malnacidos. “M” de Mamá. “M” de Marta. “M” de Mari. “M” de Mugre. “M” de Muerte. (...) Así, nacidas y nacidos sin alas, cuando aparezca la tristeza de esa letra como protagonista; en lugar de vivirse como la posibilidad de un cohete a la luna se va a sentir como un ancla a ese mar seco, a esa tierra amarga, a ese paraje bíblico en el que Natalia dibuja, pinta, muestra un caligrama, un bolero, un locro western único." Leonardo Oyola