Con texto de Delphine Perret e ilustraciones de Sébastien Mourrain, llega Luisa, la infancia de Bigudí, que acaba de editar Limonero (2021). Ya conocíamos al personaje que da título al libro: de manos de la misma autora y el mismo ilustrador, Limonero publicó en 2015 Bigudí (nombre curioso para una señora de cabello gris y anteojos de estrella de cine; suponemos que más de un pequeño lector habrá tenido que echar mano del diccionario). Y como todo el mundo tiene un pasado, ahora estamos ante esta precuela que nos lleva a la infancia del personaje y revela el origen del apelativo que adoptará para el resto de su vida. Porque Bigudí, en realidad, cuando era chica se llamaba Luisa. Arrancada de su apacible vida en el campo para mudarse a una gran ciudad, Luisa sufrió mucho y lo expresó sin miramientos. No soportaba ni la estrechez de la nueva casa ni el ajetreo del entorno. Cómo superó el dolor del desarraigo y llegó a adaptarse a la vida urbana, e incluso a disfrutarla, es el tema que se desarrolla en el libro. Si observamos la ilustración de la tapa, tendremos la clave.

Luisa la infancia de Bigudí - Delphine Perret / Sébastien Mourrain

$21.700
Luisa la infancia de Bigudí - Delphine Perret / Sébastien Mourrain $21.700

Con texto de Delphine Perret e ilustraciones de Sébastien Mourrain, llega Luisa, la infancia de Bigudí, que acaba de editar Limonero (2021). Ya conocíamos al personaje que da título al libro: de manos de la misma autora y el mismo ilustrador, Limonero publicó en 2015 Bigudí (nombre curioso para una señora de cabello gris y anteojos de estrella de cine; suponemos que más de un pequeño lector habrá tenido que echar mano del diccionario). Y como todo el mundo tiene un pasado, ahora estamos ante esta precuela que nos lleva a la infancia del personaje y revela el origen del apelativo que adoptará para el resto de su vida. Porque Bigudí, en realidad, cuando era chica se llamaba Luisa. Arrancada de su apacible vida en el campo para mudarse a una gran ciudad, Luisa sufrió mucho y lo expresó sin miramientos. No soportaba ni la estrechez de la nueva casa ni el ajetreo del entorno. Cómo superó el dolor del desarraigo y llegó a adaptarse a la vida urbana, e incluso a disfrutarla, es el tema que se desarrolla en el libro. Si observamos la ilustración de la tapa, tendremos la clave.