Espuma, baldosas, árboles, nieve, flores y vientos que giran en un
espiral de emociones perfumadas de nostalgia, desgarros que se
hacen noche, abrazos y palabras que se desprenden para mostrar
belleza en las cosas cotidianas aplastadas por un mundo que a
Constanza parece sangrarle en cada verso. La autora se desarma por
necesidad para volver a nacer despojada, limpia y libre enfrentándonos
a un espejo nítido que nos reconoce en su vulnerabilidad. Un libro
impregnado de una voz auténtica y frágil que lejos de cualquier pretensión intelectual nos invita a conectar con nuestra propia existencia.

Valentina Caputo