La historia de Ricardo López Jordán es la de un hombre y su drama existencial. Es la relación entre un hombre hijo y sobrino de legendarios caudillos, mano derecha y enemigo final de Urquiza, el gran caudillo entrerriano, y caudillo fallido finalmente él. Nacido en una provincia que fue encrucijada de la unión nacional, simbolizó los anhelos irreductibles del federalismo localista y se convirtió en el último enclave de la política gauchesca artiguista. O, en otras palabras, el último montonero en armas.
López Jordán representa al litoral y al periodo tardío, el de la derrota, el que se enfrenta de forma quijotesca al Estado Nación argentino que teje su inserción dependiente al capitalismo internacional. Es decir, Jordán representa a los sectores exportadores provinciales que habían establecido una alianza con el interior para enfrentar al poder de la aduana de Buenos Aires.
Pero, fundamentalmente, representa la derrota del federalismo argentino. La rebelión jordanista, que se inició en 1870 y quedó clausurada en 1876, fue el último levantamiento montonero, el episodio final de la guerra civil entre unitarios y federales, por lo que López Jordán se convirtió, así, en el último caudillo en armas.
Senegaglia se concentra en la vida de este caudillo irreverente, pero también se ocupa de contextualizar no solo desde un corte epocal sino inclusive sociológico. Allí reside la riqueza de este texto, en que interpela, ensaya, acerca hipótesis, genera ideas y nos introduce en una época fascinante para comprender algunas de las razones por las que la Argentina es como es. Y a través de un caudillo como Jordán nos cuenta la historia de todos los caudillos.
–Hernán Brienza

Lopez Jordan, el último federal - Francisco Senegaglia

$17.900
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La historia de Ricardo López Jordán es la de un hombre y su drama existencial. Es la relación entre un hombre hijo y sobrino de legendarios caudillos, mano derecha y enemigo final de Urquiza, el gran caudillo entrerriano, y caudillo fallido finalmente él. Nacido en una provincia que fue encrucijada de la unión nacional, simbolizó los anhelos irreductibles del federalismo localista y se convirtió en el último enclave de la política gauchesca artiguista. O, en otras palabras, el último montonero en armas.
López Jordán representa al litoral y al periodo tardío, el de la derrota, el que se enfrenta de forma quijotesca al Estado Nación argentino que teje su inserción dependiente al capitalismo internacional. Es decir, Jordán representa a los sectores exportadores provinciales que habían establecido una alianza con el interior para enfrentar al poder de la aduana de Buenos Aires.
Pero, fundamentalmente, representa la derrota del federalismo argentino. La rebelión jordanista, que se inició en 1870 y quedó clausurada en 1876, fue el último levantamiento montonero, el episodio final de la guerra civil entre unitarios y federales, por lo que López Jordán se convirtió, así, en el último caudillo en armas.
Senegaglia se concentra en la vida de este caudillo irreverente, pero también se ocupa de contextualizar no solo desde un corte epocal sino inclusive sociológico. Allí reside la riqueza de este texto, en que interpela, ensaya, acerca hipótesis, genera ideas y nos introduce en una época fascinante para comprender algunas de las razones por las que la Argentina es como es. Y a través de un caudillo como Jordán nos cuenta la historia de todos los caudillos.
–Hernán Brienza