¿Qué le pasa al progresismo con la seguridad? ¿Por qué le cuesta llevar a la práctica y sostener las políticas que ese mismo espacio defiende, ligadas al uso proporcional de la fuerza pública, el respeto de los derechos humanos y criterios de equidad hacia sectores vulnerables? Habiendo tenido responsabilidades en el área bajo gobiernos de ese signo político, y con la perspectiva de años de investigación, Sabina Frederic busca que el tema no quede en el barro de las disputas personales o la autoflagelación para explicar los problemas estructurales que lo atraviesan en esta etapa de total declive del Estado benefactor. Algo está claro: el dilema entre garantismo y manodurismo no sirve para entender el fondo de la cuestión, y precisamente a eso apunta este libro. De hecho, las gestiones autopercibidas progresistas están atravesadas por contradicciones y suelen boicotear sus principios al utilizar las mismas herramientas que los sectores que identificamos como de derecha. Así, reclaman más gendarmes y más represión, y en algunos casos confían el área a personajes capaces de desplegar ante cámaras y micrófonos una performance digna de Rambo, aunque eso no sirva para resolver los conflictos. Como si importara más el desempeño mediático que los resultados efectivos. A partir de ejemplos reveladores, Sabina Frederic analiza cómo el área de Seguridad pasó a absorber la gestión de las poblaciones periféricas, ahí donde los otros brazos del Estado no llegan, y a administrar demandas irresueltas por el acceso a derechos básicos como el hábitat o el trabajo dignos. Y traza un diagnóstico que busca ser el puntapié para una discusión honesta: ¿cómo articular una política de seguridad verdaderamente progresista, capaz de jerarquizar y valorar a las policías, de priorizar la negociación y de no empujar a los márgenes a los sectores más débiles? ¿Qué lugar tendrían entonces la inteligencia y la investigación de redes criminales transnacionales? ¿Cómo ejercer la regulación de los mercados ilegales? Frente a la legítima demanda social de seguridad, este libro llama a pensar un enfoque estratégico con menos consignas y más compromiso con la protección de las mayorías.

Lo que el progresismo no ve - Sabina Frederic

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Lo que el progresismo no ve - Sabina Frederic $19.990

¿Qué le pasa al progresismo con la seguridad? ¿Por qué le cuesta llevar a la práctica y sostener las políticas que ese mismo espacio defiende, ligadas al uso proporcional de la fuerza pública, el respeto de los derechos humanos y criterios de equidad hacia sectores vulnerables? Habiendo tenido responsabilidades en el área bajo gobiernos de ese signo político, y con la perspectiva de años de investigación, Sabina Frederic busca que el tema no quede en el barro de las disputas personales o la autoflagelación para explicar los problemas estructurales que lo atraviesan en esta etapa de total declive del Estado benefactor. Algo está claro: el dilema entre garantismo y manodurismo no sirve para entender el fondo de la cuestión, y precisamente a eso apunta este libro. De hecho, las gestiones autopercibidas progresistas están atravesadas por contradicciones y suelen boicotear sus principios al utilizar las mismas herramientas que los sectores que identificamos como de derecha. Así, reclaman más gendarmes y más represión, y en algunos casos confían el área a personajes capaces de desplegar ante cámaras y micrófonos una performance digna de Rambo, aunque eso no sirva para resolver los conflictos. Como si importara más el desempeño mediático que los resultados efectivos. A partir de ejemplos reveladores, Sabina Frederic analiza cómo el área de Seguridad pasó a absorber la gestión de las poblaciones periféricas, ahí donde los otros brazos del Estado no llegan, y a administrar demandas irresueltas por el acceso a derechos básicos como el hábitat o el trabajo dignos. Y traza un diagnóstico que busca ser el puntapié para una discusión honesta: ¿cómo articular una política de seguridad verdaderamente progresista, capaz de jerarquizar y valorar a las policías, de priorizar la negociación y de no empujar a los márgenes a los sectores más débiles? ¿Qué lugar tendrían entonces la inteligencia y la investigación de redes criminales transnacionales? ¿Cómo ejercer la regulación de los mercados ilegales? Frente a la legítima demanda social de seguridad, este libro llama a pensar un enfoque estratégico con menos consignas y más compromiso con la protección de las mayorías.