Con el título ‘Libertad bajo palabra’, que define el sentido que da el autor al ejercicio de la poesía, se reúne la obra poética de Octavio Paz, desde 1935 hasta 1957. En la poesía hispanoamericana de los últimos lustros, Octavio Paz ocupa un sitio único tanto por la fidelidad a la vocación como por el vigoroso lenguaje con que suele crear su universo lírico. Nacido en 1914, desde joven empezó a escribir poemas, y muy pronto acrecentó su prestigio hasta convertirse en uno de los poetas auténticamente originales de nuestras letras. Su verso, desbordado en imágenes cargadas de significación, traduce una experiencia personal que, al relacionarse con la realidad del hombre y de los objetos, crea a su vez una nueva y asombrosa realidad. Tal es la misión de estos poemas. De ahí que no sólo sean la confesión íntima del escritor sino el canto del mundo y del tiempo nuestro.

El amor, la muerte, el alborozo de los sentidos, la apreciación del paisaje, la evocación creadora del solitario, la visión de los objetos inanimados, el fluir del recuerdo, las contradicciones sociales, la solidaridad con los demás, todo adquiere en su pluma un impulso lírico que es apremiante emoción, esperanzada réplica ante la conciencia de la soledad y la percepción del tiempo. Son temas que el poeta recoge de las literaturas de siempre, pero a los cuales sabe reconocer y revalorizar desde puntos de vista hondamente poéticos. Pocas veces la poesía mexicana había contado con un escritor que sumara, a la aventura de la imaginación, semejante diversidad de asuntos. En Octavio Paz, con fervor y reflexión, se cumple de manera admirable esta coincidencia.