Las páginas reunidas en este libro articulan con pertinencia un cuerpo consistente de aportes aunados en una comunalidad argumentativa tanto en el orden epistémico como en el político y el ideológico. Se encuentra acá un importante aporte a la ya abundante bibliografía centrada en una de las dinamizadoras propuestas del sociólogo peruano, Aníbal Quijano, la de polo marginal. A partir de las páginas iniciales que ponen el acento en la indiscutible presencia en ese pensamiento de la concepción estructural de lo social y de la vertiente mariateguiana, que suele soslayarse, las páginas siguientes van tejiendo una trama tan compacta, que permiten arribar a la lectura del artículo final como si se hubiera armado un relato que sólo necesitaba de ese preciso desenlace.
Las distintas miradas sobre lo que la marginalidad implica en nuestros territorios no hacen más que acentuar –en detenidos análisis de experiencias “en lugar”– las implicancias de la diferencia colonial, otro de los planteos centrales de lo que más tarde ofreció Quijano para el mejor conocimiento de las sociedades “subalternizadas”. Estas páginas, entonces, son demostrativas de la productividad de una idea –y de un pensamiento– que no se agota en sí mismo, sino que se expande en el engendramiento de lo que hoy conocemos como opción decolonial.

Las máscaras del capitalismo colonial/moderno en el polo marginal - Paz Concha Elizalde / Patricia Figueira

$15.600
Las máscaras del capitalismo colonial/moderno en el polo marginal - Paz Concha Elizalde / Patricia Figueira $15.600

Las páginas reunidas en este libro articulan con pertinencia un cuerpo consistente de aportes aunados en una comunalidad argumentativa tanto en el orden epistémico como en el político y el ideológico. Se encuentra acá un importante aporte a la ya abundante bibliografía centrada en una de las dinamizadoras propuestas del sociólogo peruano, Aníbal Quijano, la de polo marginal. A partir de las páginas iniciales que ponen el acento en la indiscutible presencia en ese pensamiento de la concepción estructural de lo social y de la vertiente mariateguiana, que suele soslayarse, las páginas siguientes van tejiendo una trama tan compacta, que permiten arribar a la lectura del artículo final como si se hubiera armado un relato que sólo necesitaba de ese preciso desenlace.
Las distintas miradas sobre lo que la marginalidad implica en nuestros territorios no hacen más que acentuar –en detenidos análisis de experiencias “en lugar”– las implicancias de la diferencia colonial, otro de los planteos centrales de lo que más tarde ofreció Quijano para el mejor conocimiento de las sociedades “subalternizadas”. Estas páginas, entonces, son demostrativas de la productividad de una idea –y de un pensamiento– que no se agota en sí mismo, sino que se expande en el engendramiento de lo que hoy conocemos como opción decolonial.