Sabe la loba que los mitos no mienten o mienten mejor que nadie. Por eso aúlla y se transforma, como el amor, de piedra a polvo astral, de las ruinas de Troya a las de su país, que en el crepitar de los siglos son la misma matria. Sosteniendo como Atlas un mundo en su espalda, por la espiral de su ombligo va de la teta a la lepra, y en el vaivén descubre un siempre irse y un siempre volver, a cantar, a contar, a citar las muchas voces del origen, la identidad y el destino. De ahí que la loba Casandra invoque al tres, que por algo es el número de la fuerza, de la magia, de la épica.
Saben estos poemas ser épica ser lírica ser tragedia, ser cursis ser violentos y suaves ser andrógines queers ser tradición y barbarie ser Eros y Tánatos jugando al ajedrez o una cigarra cantándole al olvido, ser venganza de Dafne ser para Edipo ojitos de peluche, ser hana para Safo ser griegos ser romanes ser troyanas ser mágicos tristes celestes ser barroco sevillano ser agujas en el vientre de Penélope o la virginidad tomando café en un bar de Pellegrini.
La palabra nombra y crea mundos: es magia es poder es poesía es maullido lunático es el aullido atávico de la loba infinita.

Las gracias y las horas - Maia Morosano

$14.500
Las gracias y las horas - Maia Morosano $14.500

Sabe la loba que los mitos no mienten o mienten mejor que nadie. Por eso aúlla y se transforma, como el amor, de piedra a polvo astral, de las ruinas de Troya a las de su país, que en el crepitar de los siglos son la misma matria. Sosteniendo como Atlas un mundo en su espalda, por la espiral de su ombligo va de la teta a la lepra, y en el vaivén descubre un siempre irse y un siempre volver, a cantar, a contar, a citar las muchas voces del origen, la identidad y el destino. De ahí que la loba Casandra invoque al tres, que por algo es el número de la fuerza, de la magia, de la épica.
Saben estos poemas ser épica ser lírica ser tragedia, ser cursis ser violentos y suaves ser andrógines queers ser tradición y barbarie ser Eros y Tánatos jugando al ajedrez o una cigarra cantándole al olvido, ser venganza de Dafne ser para Edipo ojitos de peluche, ser hana para Safo ser griegos ser romanes ser troyanas ser mágicos tristes celestes ser barroco sevillano ser agujas en el vientre de Penélope o la virginidad tomando café en un bar de Pellegrini.
La palabra nombra y crea mundos: es magia es poder es poesía es maullido lunático es el aullido atávico de la loba infinita.