En 1947, John Haines (1924-2011) se instala en una cabaña aislada cerca de Richardson, en Alaska, donde permaneció durante más de veinte años llevando una existencia áspera y solitaria. En este libro, publicado en 1977, relata su experiencia: «Aquellos días en el campo, aquellas caminatas con los perros sobre la nieve y la hierba, las largas jornadas de caza, la matanza de los animales y todo lo demás formaban parte de la experiencia más profunda del ser humano en este planeta».

Su condición de poeta tal vez justifique la forma tan vívida en la que están escritas estas memorias. Sin embargo, aunque hay espacio para la reflexión y cierta dosis de melancolía, Haines se centra en capturar la esencia de lo que es vivir aislado en el corazón de la Alaska más salvaje. Según New York Newsday, «si Alaska no hubiera existido, Haines podría haberla inventado».

 

Una vida así quizá ya no sea posible. Por eso es una suerte que un escritor con la excepcional mirada y la elocuencia poética de John Haines la haya vivido y, mejor aún, la haya compartido

NEW YORK TIMES BOOK REVIEW

Una obra seductora e impredecible que imagina un universo donde la Naturaleza se impone al deseo del Hombre por domesticarla.

Las estrellas, la nieve, el fuego - John Haines

$24.900
Las estrellas, la nieve, el fuego - John Haines $24.900

En 1947, John Haines (1924-2011) se instala en una cabaña aislada cerca de Richardson, en Alaska, donde permaneció durante más de veinte años llevando una existencia áspera y solitaria. En este libro, publicado en 1977, relata su experiencia: «Aquellos días en el campo, aquellas caminatas con los perros sobre la nieve y la hierba, las largas jornadas de caza, la matanza de los animales y todo lo demás formaban parte de la experiencia más profunda del ser humano en este planeta».

Su condición de poeta tal vez justifique la forma tan vívida en la que están escritas estas memorias. Sin embargo, aunque hay espacio para la reflexión y cierta dosis de melancolía, Haines se centra en capturar la esencia de lo que es vivir aislado en el corazón de la Alaska más salvaje. Según New York Newsday, «si Alaska no hubiera existido, Haines podría haberla inventado».

 

Una vida así quizá ya no sea posible. Por eso es una suerte que un escritor con la excepcional mirada y la elocuencia poética de John Haines la haya vivido y, mejor aún, la haya compartido

NEW YORK TIMES BOOK REVIEW

Una obra seductora e impredecible que imagina un universo donde la Naturaleza se impone al deseo del Hombre por domesticarla.