Los poemas de Labor de duelo izan universal el propio latido cuando el devenir nos enfrenta a la pérdida (entendida en sus amplios frentes). María Paulina Briones Layana hace gala de una crudeza quirúrgica para ponernos delante algo de lo más oscuro de lo nuestro: escualos, serpientes, guaraguaos, balazos, traiciones, danzan en esta exhibición casi zoológica de lo inconsciente. Es que en estos poemas la premonición no da concesiones: marca el ritmo respiratorio de la huida audaz, aquella que nos pone a salvo. Y aunque si bien la exhibición es por momentos de atrocidades, la pluma de María Paulina encuentra el modo de llegar a un decir bello, reflexivo, necesario en este ahora indetenible donde corremos detrás de lo que pasa más rápido sin comprender, insisto, el propio latido. La poeta mira a la cara al dolor para poderlo entender y en esa alquimia despojárnoslo de todo velo. Sírvanos esta labor de duelo suya a nosotros sus lectores en este paseo hacia el horizonte que, al final, harásenos abismo a todos por igual.

Emanuel Frey Chinelli

Labor de duelo - Maria Paulina Briones Layana

$10.500
Labor de duelo - Maria Paulina Briones Layana $10.500

Los poemas de Labor de duelo izan universal el propio latido cuando el devenir nos enfrenta a la pérdida (entendida en sus amplios frentes). María Paulina Briones Layana hace gala de una crudeza quirúrgica para ponernos delante algo de lo más oscuro de lo nuestro: escualos, serpientes, guaraguaos, balazos, traiciones, danzan en esta exhibición casi zoológica de lo inconsciente. Es que en estos poemas la premonición no da concesiones: marca el ritmo respiratorio de la huida audaz, aquella que nos pone a salvo. Y aunque si bien la exhibición es por momentos de atrocidades, la pluma de María Paulina encuentra el modo de llegar a un decir bello, reflexivo, necesario en este ahora indetenible donde corremos detrás de lo que pasa más rápido sin comprender, insisto, el propio latido. La poeta mira a la cara al dolor para poderlo entender y en esa alquimia despojárnoslo de todo velo. Sírvanos esta labor de duelo suya a nosotros sus lectores en este paseo hacia el horizonte que, al final, harásenos abismo a todos por igual.

Emanuel Frey Chinelli