Como si se tratara de un talismán partido en dos pedazos, por primera vez se reúnen los poemas del ciclo de Gondal escritos por Anne. Es notorio cómo decae mucho antes de su muerte esa producción y AnnE comienza a concentrarse en el dolor por la pérdida, la compañía de sus seres queridos y la evocación de tiempos más felices.

La madurez de sus últimas poemas, la fuerza de vitalidad impresa en ellos y el amor por las pequeñas cosas de la naturaleza, como el jacinto, los ríos y las montañas nos hace entender porque era la hermana preferida de Emily.