"Nada tan complejo como narrar la historia de una mirada cuando el mundo parece recién creado. En La sed, el ojo del narrador extrae del paisaje un retrato asombroso de la infancia: la vida adulta como infierno nómada; la pampa, la familia, el alcohol y el ritual de la caza como instantes de peligro que desafían la inocencia. La prosa de Hernán Arias es milagrosa porque articula la forma más misteriosa de la temporalidad -el recuerdo-, en un continuo de horas y días indivisibles. ¿Por qué llevar la memoria tan lejos, a un límite tan parecido a la muerte? Para que suceda la infancia. En ese plano semejante a un espejismo, algo extraordinario y mínimo siempre está por ocurrir en la pampa.

Pocos escritores pueden dominar la infancia desde una nostalgia cerrada, sin arruinar su enigma. Por suerte Hernán Arias es una de las excepciones y da cuenta de eso en una primera novela que, si invirtiéramos los tiempos de la vida, podría ser el resultado de años futuros de escritura."

Oliverio Coelho

La sed - Hernán Arias

$17.000
La sed - Hernán Arias $17.000

"Nada tan complejo como narrar la historia de una mirada cuando el mundo parece recién creado. En La sed, el ojo del narrador extrae del paisaje un retrato asombroso de la infancia: la vida adulta como infierno nómada; la pampa, la familia, el alcohol y el ritual de la caza como instantes de peligro que desafían la inocencia. La prosa de Hernán Arias es milagrosa porque articula la forma más misteriosa de la temporalidad -el recuerdo-, en un continuo de horas y días indivisibles. ¿Por qué llevar la memoria tan lejos, a un límite tan parecido a la muerte? Para que suceda la infancia. En ese plano semejante a un espejismo, algo extraordinario y mínimo siempre está por ocurrir en la pampa.

Pocos escritores pueden dominar la infancia desde una nostalgia cerrada, sin arruinar su enigma. Por suerte Hernán Arias es una de las excepciones y da cuenta de eso en una primera novela que, si invirtiéramos los tiempos de la vida, podría ser el resultado de años futuros de escritura."

Oliverio Coelho