Los comandos chinos, cuando desean silenciar a un centinela enemigo, se le acercan despacio por detrás y, mientras con una mano le tapan la boca, clavan su bayoneta en el bulbo raquídeo. Muerte instantánea. A esto, en chino, se lo denomina “La puerta del viento”. Pero en Tai Chi Chuan existe una técnica especial de respiración para redistribuir armónicamente la energía por todo el cuerpo. La expresión, para designar este trabajo, es exactamente la misma que con el ataque a la bayoneta. Vale decir: la puerta es la vida o la muerte. Esto es para mí Vietnam: o volvés a casa dentro de una saca verde o retornás purificado.

 Yo siempre tuve miedo (a todo). Por eso me ofrecí de voluntario. Fui a la embajada norteamericana y de allí me sacaron cagando. Le mandé entonces una carta al presidente Johnson que nunca me contestó. Horror. Tal vez tuve buena suerte. No lo sé. De todas maneras: God Save America.

 

La puerta del Viento - Alberto Laiseca

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Los comandos chinos, cuando desean silenciar a un centinela enemigo, se le acercan despacio por detrás y, mientras con una mano le tapan la boca, clavan su bayoneta en el bulbo raquídeo. Muerte instantánea. A esto, en chino, se lo denomina “La puerta del viento”. Pero en Tai Chi Chuan existe una técnica especial de respiración para redistribuir armónicamente la energía por todo el cuerpo. La expresión, para designar este trabajo, es exactamente la misma que con el ataque a la bayoneta. Vale decir: la puerta es la vida o la muerte. Esto es para mí Vietnam: o volvés a casa dentro de una saca verde o retornás purificado.

 Yo siempre tuve miedo (a todo). Por eso me ofrecí de voluntario. Fui a la embajada norteamericana y de allí me sacaron cagando. Le mandé entonces una carta al presidente Johnson que nunca me contestó. Horror. Tal vez tuve buena suerte. No lo sé. De todas maneras: God Save America.