Este libro está escrito al borde del mundo. Desde allí, desde ese lugar desplazado en el que se mueve, Luigi Amara observa tanto lo que entra en el campo de la rutina como lo que abiertamente se sale de este. Describe personajes poco convencionales, teñidos por la obsesión o la locura, como es el caso del amante de la mujer barbuda o del hombre que basaba su dieta alimenticia en la ingesta de páginas de libros. Pero al mismo tiempo analiza detalles de la vida cotidiana hasta el punto de llevar un diario exhaustivo de los desechos que tira a la basura o plantear la absurda problemática de dónde se deben colocar las revistas en una biblioteca. Con humor y agudez, su mirada rescata aquello que corre el riesgo de caer en el olvido. Y más aún, quizás a modo de revancha, le otorga a lo relegado por la historia y por la percepción una importancia a menudo desmesurada. Examina cada detalle, dándole vueltas y vueltas, entrándole de un modo espiralado a su sentido más profundo.

Sus ensayos proponen “un desafío ante el que la mente, entre espoleada y hechizada y absorta, no tiene más remedio que regresar una y otra vez, como un insecto alrededor de la llama del absurdo, en busca no tanto de explicación, sino de credulidad”. La liberación de la mosca nos zumba al oído aquello que nos obstinamos en no escuchar, dejando tras de sí la duda acerca de nuestro lugar real en la existencia.

La liberación de la mosca - Luigi Amara

$15.000
La liberación de la mosca - Luigi Amara $15.000

Este libro está escrito al borde del mundo. Desde allí, desde ese lugar desplazado en el que se mueve, Luigi Amara observa tanto lo que entra en el campo de la rutina como lo que abiertamente se sale de este. Describe personajes poco convencionales, teñidos por la obsesión o la locura, como es el caso del amante de la mujer barbuda o del hombre que basaba su dieta alimenticia en la ingesta de páginas de libros. Pero al mismo tiempo analiza detalles de la vida cotidiana hasta el punto de llevar un diario exhaustivo de los desechos que tira a la basura o plantear la absurda problemática de dónde se deben colocar las revistas en una biblioteca. Con humor y agudez, su mirada rescata aquello que corre el riesgo de caer en el olvido. Y más aún, quizás a modo de revancha, le otorga a lo relegado por la historia y por la percepción una importancia a menudo desmesurada. Examina cada detalle, dándole vueltas y vueltas, entrándole de un modo espiralado a su sentido más profundo.

Sus ensayos proponen “un desafío ante el que la mente, entre espoleada y hechizada y absorta, no tiene más remedio que regresar una y otra vez, como un insecto alrededor de la llama del absurdo, en busca no tanto de explicación, sino de credulidad”. La liberación de la mosca nos zumba al oído aquello que nos obstinamos en no escuchar, dejando tras de sí la duda acerca de nuestro lugar real en la existencia.