Mis mitos son los mitos típicos del anarquismo fabriquero. Mi padre era un obrero panadero, anarquista, que luego pasó al Partido Comunista durante el peronismo, como tantos...Vengo de los mitos culturales de las bibliotecas, de las veladas de estudio después del trabajo...Me crié en los mitos del arte, la cultura los viajes, la ópera...Y he ido creciendo con esos mitos: algún día conoceré esto, podré leer esto, podré ver esto, podré escuchar esto. Y de mayor sólo he ido comprobando o deshaciendo mis mitos. Prácticamente no he agregado ninguno. En este sentido el primer poema de mi nuevo libro es el poema que lo resume. Es una alegoría de lo que ha muerto. A cierta edad uno empieza a caminar hacia sus mitos, pero en realidad estás volviendo, porque esos mitos ya están establecidos. A los sesenta años uno no crea un mito, porque eso sería una payasada, sino que vuelve hacia sus mitos. A mi siempre me preocupó tener la mirada de mi edad. Me dan mucho miedo tanto el juvenilismo como la mirada de aquellos que saben todo, que ya lo vieron todo. No, yo no he visto todo, espero no haber visto todo, pero lo que quiero mirar, lo quiero mirar con los ojos de mi edad. Juana Bignozzi de un reportaje de Martín Prieto, Diario de Poesía Nro. 46

 

La Ley Tu Ley - Juana Bignozzi

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Mis mitos son los mitos típicos del anarquismo fabriquero. Mi padre era un obrero panadero, anarquista, que luego pasó al Partido Comunista durante el peronismo, como tantos...Vengo de los mitos culturales de las bibliotecas, de las veladas de estudio después del trabajo...Me crié en los mitos del arte, la cultura los viajes, la ópera...Y he ido creciendo con esos mitos: algún día conoceré esto, podré leer esto, podré ver esto, podré escuchar esto. Y de mayor sólo he ido comprobando o deshaciendo mis mitos. Prácticamente no he agregado ninguno. En este sentido el primer poema de mi nuevo libro es el poema que lo resume. Es una alegoría de lo que ha muerto. A cierta edad uno empieza a caminar hacia sus mitos, pero en realidad estás volviendo, porque esos mitos ya están establecidos. A los sesenta años uno no crea un mito, porque eso sería una payasada, sino que vuelve hacia sus mitos. A mi siempre me preocupó tener la mirada de mi edad. Me dan mucho miedo tanto el juvenilismo como la mirada de aquellos que saben todo, que ya lo vieron todo. No, yo no he visto todo, espero no haber visto todo, pero lo que quiero mirar, lo quiero mirar con los ojos de mi edad. Juana Bignozzi de un reportaje de Martín Prieto, Diario de Poesía Nro. 46