Como un moderno Dr. Frankenstein, Juan Diego Incardona extrae fragmentos de otras historias y vuelve a unirlos con una técnica impecable y original, creando un cuerpo nunca antes visto, entreverado de personajes icónicos de la historia y mística argentina. Criminales, fantasmas y resucitados, lejos de ser los típicos monstruos que perturban y han perturbado a las sociedades, son criaturas que simbolizan los temores y deseos de una comunidad. Algo extraño se combina en todos y cada uno de ellos, haciendo que por momentos los monstruos parezcan héroes.
Incardona, escritor de culto de la vida en el conurbano bonaerense, deja atrás el barrio y se interna en este libro de cuentos en un camino literario que une lo fantástico y lo mítico. Una ruta que nos conduce desde el fondo de la historia al campo de batalla donde unitarios y federales dirimen la patria naciente, al maravilloso desierto de las mil y una noches y a la cárcel del fin del mundo en la que el Petiso Orejudo enfrenta su destino final.
“Activé el montacargas y fui al abrazo de mi hijo, que lloraba, repleto de vida.
–¡Oh, Dios! –grité espantado–. ¿Pero qué es esto? ¡Un monstruo! ¡Mi libro! ¡Mi libro es un monstruo!”
Del prólogo del libro

La cárcel del fin del mundo - Juan Diego Incardona

$20.900
La cárcel del fin del mundo - Juan Diego Incardona $20.900

Como un moderno Dr. Frankenstein, Juan Diego Incardona extrae fragmentos de otras historias y vuelve a unirlos con una técnica impecable y original, creando un cuerpo nunca antes visto, entreverado de personajes icónicos de la historia y mística argentina. Criminales, fantasmas y resucitados, lejos de ser los típicos monstruos que perturban y han perturbado a las sociedades, son criaturas que simbolizan los temores y deseos de una comunidad. Algo extraño se combina en todos y cada uno de ellos, haciendo que por momentos los monstruos parezcan héroes.
Incardona, escritor de culto de la vida en el conurbano bonaerense, deja atrás el barrio y se interna en este libro de cuentos en un camino literario que une lo fantástico y lo mítico. Una ruta que nos conduce desde el fondo de la historia al campo de batalla donde unitarios y federales dirimen la patria naciente, al maravilloso desierto de las mil y una noches y a la cárcel del fin del mundo en la que el Petiso Orejudo enfrenta su destino final.
“Activé el montacargas y fui al abrazo de mi hijo, que lloraba, repleto de vida.
–¡Oh, Dios! –grité espantado–. ¿Pero qué es esto? ¡Un monstruo! ¡Mi libro! ¡Mi libro es un monstruo!”
Del prólogo del libro