La aventura negativa narra el juego de un pensamiento que se ejercita en la compañía imprescindible de los otros. Lukács, Kierkegaard, Baudelaire, Montaigne, Benjamin, Adorno, Bataille, Blanchot y Barthes son la ocasión de experimentar en la escritura, permanencia negativa si la hay, los atributos ensayísticos que la lectura de Surghi desentraña en ellos. Pero también, la insistencia y la variación -acaso operaciones silenciosas de la crítica- definen el ritmo metodicamente a-metódico que este libro despliega en sus páginas. Así una constelación de nociones que se repiten y diferencian de un autor a otro -vida, saber, forma, obra, sujeto, intimidad- teje los hilos que lo componen. Hasta que la ironía, noción fundamental en tanto que corrompe la idea misma de fundamento, se transforma en principio constructivo y da paso a su apartado más vacilante: la inexistente escuela crítica rosarina. Con la gracia especulativa y la exactitud conceptual que distingue su estilo, Surghi analiza allí los escritos de Sergio Cueto, Juan Bautista Ritvo, Nicolás Rosa y Alberto Giordano; demás está decir que el exceso y la virtud de su escritura le permite devolverlos a esa tradición que La aventura negativa explora y continúa.

La aventura negativa - carlos surgui

$22.900
La aventura negativa - carlos surgui $22.900

La aventura negativa narra el juego de un pensamiento que se ejercita en la compañía imprescindible de los otros. Lukács, Kierkegaard, Baudelaire, Montaigne, Benjamin, Adorno, Bataille, Blanchot y Barthes son la ocasión de experimentar en la escritura, permanencia negativa si la hay, los atributos ensayísticos que la lectura de Surghi desentraña en ellos. Pero también, la insistencia y la variación -acaso operaciones silenciosas de la crítica- definen el ritmo metodicamente a-metódico que este libro despliega en sus páginas. Así una constelación de nociones que se repiten y diferencian de un autor a otro -vida, saber, forma, obra, sujeto, intimidad- teje los hilos que lo componen. Hasta que la ironía, noción fundamental en tanto que corrompe la idea misma de fundamento, se transforma en principio constructivo y da paso a su apartado más vacilante: la inexistente escuela crítica rosarina. Con la gracia especulativa y la exactitud conceptual que distingue su estilo, Surghi analiza allí los escritos de Sergio Cueto, Juan Bautista Ritvo, Nicolás Rosa y Alberto Giordano; demás está decir que el exceso y la virtud de su escritura le permite devolverlos a esa tradición que La aventura negativa explora y continúa.