Si continuara hablando en este prólogo con Jota, le recordaría la noche que lo escuché leer el poema “Juguete”, ese poema en el que pierde los libros de Macedonio, (justamente), trabajos y dioses, pero la sangre le recuerda siempre ese juguete acechante, ese que igual que el tigre, es furia dentro de la carne. ¿Esa noche descansamos en el mismo cuerpo? ¿Sabés qué Jota? Empezó a llover, esa noche o en este prólogo, no lo sé, no me doy cuenta, pero si esta lluvia es aguacero o garúa lo deciden tus poemas, la sutileza de las gotas que no dejan de caer, porque vos ya lo dijiste: Nunca para de llover. / Nunca. / Son entretiempos.

 

Gabriela Borrelli Azara

Juguetes antiguos - Jorge Hardmeier

$15.000
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Si continuara hablando en este prólogo con Jota, le recordaría la noche que lo escuché leer el poema “Juguete”, ese poema en el que pierde los libros de Macedonio, (justamente), trabajos y dioses, pero la sangre le recuerda siempre ese juguete acechante, ese que igual que el tigre, es furia dentro de la carne. ¿Esa noche descansamos en el mismo cuerpo? ¿Sabés qué Jota? Empezó a llover, esa noche o en este prólogo, no lo sé, no me doy cuenta, pero si esta lluvia es aguacero o garúa lo deciden tus poemas, la sutileza de las gotas que no dejan de caer, porque vos ya lo dijiste: Nunca para de llover. / Nunca. / Son entretiempos.

 

Gabriela Borrelli Azara