En estas páginas, Michel Maffesoli vuelve a dar en el blanco para definir los tiempos que corren. Homo eroticus señala el devenir del animal humano hacia una zona de experiencia en la que los excesos de la razón dejan lugar a las pasiones y lo afectivo. Sapiens, ese hombre del conocimiento estructurado férreamente en su yo individual, productivista y explotador, ha vuelto a ser alcanzado por la flecha del implacable Eros, dios mítico de las sombras, del caos, de las pasiones desenfrenadas y el goce amoroso.

“… frente a lo civilizacional de obediencia masculina, el mito naturalista asiste al retorno de la importancia de lo femenino, del niño, del andrógino platónico, todas cosas consideradas “débiles” en el dominio de “sí” y del mundo que caracterizó el aspecto conquistador de la economía moderna. ¿No podríamos decir, en este sentido, que la sociedad de los “amos” pierde progresivamente terreno frente a una sociedad de las madres?”

Fin de la lógica patriarcal y del mundo egocéntrico del yo. Resurgimiento de un mundo fertilizado por la madre tierra y de un sentido profundo del “nosotros”. Bajo su habitual serenidad y perspectiva cósmica, alejada del fragor de las luchas ideológicas y políticas, Maffesoli nos invita a observar los nuevos modos de estar juntos en sociedad.

 

Homo eroticus. Sobre las comuniones emocionales - Michel Maffesoli

$26.900
Homo eroticus. Sobre las comuniones emocionales - Michel Maffesoli $26.900

En estas páginas, Michel Maffesoli vuelve a dar en el blanco para definir los tiempos que corren. Homo eroticus señala el devenir del animal humano hacia una zona de experiencia en la que los excesos de la razón dejan lugar a las pasiones y lo afectivo. Sapiens, ese hombre del conocimiento estructurado férreamente en su yo individual, productivista y explotador, ha vuelto a ser alcanzado por la flecha del implacable Eros, dios mítico de las sombras, del caos, de las pasiones desenfrenadas y el goce amoroso.

“… frente a lo civilizacional de obediencia masculina, el mito naturalista asiste al retorno de la importancia de lo femenino, del niño, del andrógino platónico, todas cosas consideradas “débiles” en el dominio de “sí” y del mundo que caracterizó el aspecto conquistador de la economía moderna. ¿No podríamos decir, en este sentido, que la sociedad de los “amos” pierde progresivamente terreno frente a una sociedad de las madres?”

Fin de la lógica patriarcal y del mundo egocéntrico del yo. Resurgimiento de un mundo fertilizado por la madre tierra y de un sentido profundo del “nosotros”. Bajo su habitual serenidad y perspectiva cósmica, alejada del fragor de las luchas ideológicas y políticas, Maffesoli nos invita a observar los nuevos modos de estar juntos en sociedad.