Hegemonía y estrategia socialista es una obra que, desde su primera edición en 1985, se convirtió en una referencia ineludible de las ciencias sociales y ha estado en el centro de diversas discusiones teóricas. En ella, Ernesto Laclau y Chantal Mouffe abordan la crisis del marxismo a través de una crítica a su esencialismo filosófico y a su concepto de sujeto unitario y fundante.
A partir del legado de Gramsci y nutridos en gran medida por el postestructuralismo –en especial la deconstrucción y la teoría lacaniana–, examinan la hegemonía como una categoría central del análisis político y estudian su formulación y su desarrollo. El mundo globalizado y neoliberal, explorado mediante esta categoría, deja de ser el único natural y posible, y se presenta como la expresión de cierta configuración de las relaciones de poder.
En este sentido, los autores sostienen: «La izquierda debe comenzar a elaborar una alternativa creíble frente al orden neoliberal, en lugar de tratar simplemente de administrar a este último de un modo más humano. Esto, desde luego, requiere trazar nuevas fronteras políticas y reconocer que no puede haber política radical sin la identificación de un adversario. Es decir que lo que se requiere es la aceptación del carácter inerradicable del antagonismo».
Es precisamente en esa noción de antagonismo social donde fundan su proyecto socialista: una democracia radical y plural capaz de articular las múltiples luchas contra las distintas formas de subordinación que se libran en los países capitalistas centrales y periféricos.

Hegemonía y estrategia socialista - Ernesto Laclau / Chantal Mouffe

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Hegemonía y estrategia socialista es una obra que, desde su primera edición en 1985, se convirtió en una referencia ineludible de las ciencias sociales y ha estado en el centro de diversas discusiones teóricas. En ella, Ernesto Laclau y Chantal Mouffe abordan la crisis del marxismo a través de una crítica a su esencialismo filosófico y a su concepto de sujeto unitario y fundante.
A partir del legado de Gramsci y nutridos en gran medida por el postestructuralismo –en especial la deconstrucción y la teoría lacaniana–, examinan la hegemonía como una categoría central del análisis político y estudian su formulación y su desarrollo. El mundo globalizado y neoliberal, explorado mediante esta categoría, deja de ser el único natural y posible, y se presenta como la expresión de cierta configuración de las relaciones de poder.
En este sentido, los autores sostienen: «La izquierda debe comenzar a elaborar una alternativa creíble frente al orden neoliberal, en lugar de tratar simplemente de administrar a este último de un modo más humano. Esto, desde luego, requiere trazar nuevas fronteras políticas y reconocer que no puede haber política radical sin la identificación de un adversario. Es decir que lo que se requiere es la aceptación del carácter inerradicable del antagonismo».
Es precisamente en esa noción de antagonismo social donde fundan su proyecto socialista: una democracia radical y plural capaz de articular las múltiples luchas contra las distintas formas de subordinación que se libran en los países capitalistas centrales y periféricos.