"Todo lo que tengo es a mí mismo", dice el epígrafe de Paul Keohane que abre el tercer relato de Hasta que no haya nada, pero lejos de ser una certeza es una frase que conjuga un espejismo: como enseñó Freud, el yo no es amo en su propia casa, no somos dueños ni de nosotros mismos. En su primer libro, José Santamarina rodea esa paradoja con una serie de textos entre la ficción, el relato autobiográfico y el ensayo. Con intimidad y extrañeza, su prosa logra un efecto de cámara en el que parece resonar la voz del autor escribiéndose a sí mismo, luchando por escuchar sus propias palabras, con la convicción de que no hay un yo que escribe sino un lenguaje en el que se funda ese yo. Juan Morris

Hasta que no haya nada - José Santamarina

$14.900
Hasta que no haya nada - José Santamarina $14.900
 

"Todo lo que tengo es a mí mismo", dice el epígrafe de Paul Keohane que abre el tercer relato de Hasta que no haya nada, pero lejos de ser una certeza es una frase que conjuga un espejismo: como enseñó Freud, el yo no es amo en su propia casa, no somos dueños ni de nosotros mismos. En su primer libro, José Santamarina rodea esa paradoja con una serie de textos entre la ficción, el relato autobiográfico y el ensayo. Con intimidad y extrañeza, su prosa logra un efecto de cámara en el que parece resonar la voz del autor escribiéndose a sí mismo, luchando por escuchar sus propias palabras, con la convicción de que no hay un yo que escribe sino un lenguaje en el que se funda ese yo. Juan Morris