En un pueblo apacible donde las fábricas, los negocios y la gente aparece o desaparece sin causa y sin generar demasiado aspaviento, la noticia de un crimen es la única huella de una traición silenciosa.

Una historia convertida en esquirlas que se recompone a partir del relato de cuatro personajes, revelando cómo la violencia nacional se cuela en las vidas privadas.

Glaxo es la segunda novela de Hernán Ronsino, un escritor que indaga en las profundidades de la vida de provincia.

“El cañaveral ya no existe, lo han desmontado, y por donde pasaban las vías, ahora, hay un camino nuevo, una diagonal, que parece más bien una herida cerrada. Parece, ese camino, entonces, el recuerdo de un tajo, irremediable, en la tierra”.

Desde la puerta de la peluquería frente a la Glaxo, Vardemann había observado durante días cómo una cuadrilla de obreros levantaba las vías del tren. Ya no más ese sonido capaz de tapar hasta el ruido de un balazo, ni aquel previo a la detención, “tan estridente que hace doler las muelas. Sólo una primitiva calma”.

A partir del relato de cuatro personajes, situados en diferentes momentos entre 1959 y 1984, y a la luz de un epígrafe demoledor, Hernán Ronsino construye una pieza austera y precisa sobre la traición, la prepotencia del poder y los límites morales, inmersa en un clima de impasibilidad e indolencia apenas resquebrajado por la culpa y el asesinato.

Una obra contundente que explora con maestría qué sucede allí donde “reina un poco de silencio. Donde ese murmullo del pueblo se ahoga”.

Glaxo - Hernán Ronsino

$19.300
Glaxo - Hernán Ronsino $19.300

En un pueblo apacible donde las fábricas, los negocios y la gente aparece o desaparece sin causa y sin generar demasiado aspaviento, la noticia de un crimen es la única huella de una traición silenciosa.

Una historia convertida en esquirlas que se recompone a partir del relato de cuatro personajes, revelando cómo la violencia nacional se cuela en las vidas privadas.

Glaxo es la segunda novela de Hernán Ronsino, un escritor que indaga en las profundidades de la vida de provincia.

“El cañaveral ya no existe, lo han desmontado, y por donde pasaban las vías, ahora, hay un camino nuevo, una diagonal, que parece más bien una herida cerrada. Parece, ese camino, entonces, el recuerdo de un tajo, irremediable, en la tierra”.

Desde la puerta de la peluquería frente a la Glaxo, Vardemann había observado durante días cómo una cuadrilla de obreros levantaba las vías del tren. Ya no más ese sonido capaz de tapar hasta el ruido de un balazo, ni aquel previo a la detención, “tan estridente que hace doler las muelas. Sólo una primitiva calma”.

A partir del relato de cuatro personajes, situados en diferentes momentos entre 1959 y 1984, y a la luz de un epígrafe demoledor, Hernán Ronsino construye una pieza austera y precisa sobre la traición, la prepotencia del poder y los límites morales, inmersa en un clima de impasibilidad e indolencia apenas resquebrajado por la culpa y el asesinato.

Una obra contundente que explora con maestría qué sucede allí donde “reina un poco de silencio. Donde ese murmullo del pueblo se ahoga”.