“Papá siempre decía que proveníamos de una familia de guerreros, de valientes, de hombres de honor. Pero mamá una vez me dijo que esto era mentira. Al parecer yo tenía un tatarabuelo que no había sido ningún héroe, sino un borracho apostador de quien se había enamorado una mujer rica. Aunque la familia de ella no era noble, sí tenía dinero y había puesto como condición para la boda que mi tatarabuelo cambiara su apellido por el de la novia. Y él aceptó. De modo que ahora yo tenía un apellido que no era el mío, vivía en un país al que no pertenecía, y con una familia de la que no formaba parte”.

Gaijin, que en japonés significa “extranjero”, es una producción felizmente entregada a descubrir el mundo y las fascinaciones de un otro. Narrada al mejor estilo nikkei, por su austeridad y refrenamiento enunciativos, propone un mensaje de permanencia que sobrevuela como una alarma ante el imperio de lo pasatista, de la vacuidad y del desamparo.

Con esta novela ganadora del premio UNAM-Alfaguara en 2002, Maximiliano Matayoshi logra conmover, al tiempo que nos devela con amabilidad la condición del inmigrante, de gran relevancia en todas las culturas y en todas las épocas.

"Épica del migrante, y del que, viviendo entre dos mundos, busca una identidad, Gaijin es una de esas novelas que se leen con el corazón apretado y una sonrisa en los labios. Un libro contenido y bello, que una vez terminado se recuerda con cariño, por mucho mucho tiempo".

 

Gaijin - Maximiliano Matayoshi

$17.000
Gaijin - Maximiliano Matayoshi $17.000

“Papá siempre decía que proveníamos de una familia de guerreros, de valientes, de hombres de honor. Pero mamá una vez me dijo que esto era mentira. Al parecer yo tenía un tatarabuelo que no había sido ningún héroe, sino un borracho apostador de quien se había enamorado una mujer rica. Aunque la familia de ella no era noble, sí tenía dinero y había puesto como condición para la boda que mi tatarabuelo cambiara su apellido por el de la novia. Y él aceptó. De modo que ahora yo tenía un apellido que no era el mío, vivía en un país al que no pertenecía, y con una familia de la que no formaba parte”.

Gaijin, que en japonés significa “extranjero”, es una producción felizmente entregada a descubrir el mundo y las fascinaciones de un otro. Narrada al mejor estilo nikkei, por su austeridad y refrenamiento enunciativos, propone un mensaje de permanencia que sobrevuela como una alarma ante el imperio de lo pasatista, de la vacuidad y del desamparo.

Con esta novela ganadora del premio UNAM-Alfaguara en 2002, Maximiliano Matayoshi logra conmover, al tiempo que nos devela con amabilidad la condición del inmigrante, de gran relevancia en todas las culturas y en todas las épocas.

"Épica del migrante, y del que, viviendo entre dos mundos, busca una identidad, Gaijin es una de esas novelas que se leen con el corazón apretado y una sonrisa en los labios. Un libro contenido y bello, que una vez terminado se recuerda con cariño, por mucho mucho tiempo".