Danzar con el pensamiento. La filosofía, más que letra, es música. Para entrar en ella es preciso dejarse llevar, captar la cadencia de las palabras, la armonía de los conceptos enlazándose entre sí, dialogando como en un canon o enfrentándose en una síncopa. No se trata de “saber”, sino de hacer filosofía. Como en inglés to play: tocar un instrumento, ejecutar un tema. Interpretar. Pero también jugar. Y para ello se debe escuchar al otro. Acompasar los cuerpos y las mentes. Deshacerse de posturas rígidas. Permitir que, como en un conjunto de cámara, vaya surgiendo la melodía tejida con las voces y los textos.

Filosofía de cámara - Diana Sperling

$10.920
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Danzar con el pensamiento. La filosofía, más que letra, es música. Para entrar en ella es preciso dejarse llevar, captar la cadencia de las palabras, la armonía de los conceptos enlazándose entre sí, dialogando como en un canon o enfrentándose en una síncopa. No se trata de “saber”, sino de hacer filosofía. Como en inglés to play: tocar un instrumento, ejecutar un tema. Interpretar. Pero también jugar. Y para ello se debe escuchar al otro. Acompasar los cuerpos y las mentes. Deshacerse de posturas rígidas. Permitir que, como en un conjunto de cámara, vaya surgiendo la melodía tejida con las voces y los textos.