Dentro del binomio prostitución-feminismo resulta bastante habitual recurrir a su dimensión metafórica como espacio de prácticas, experiencias o militancias, siendo las metáforas que delimitan el fin de un espacio y el comienzo del siguiente. Así la prostitución ha intentado insertarse dentro del feminismo y cuando lo ha conseguido se ha producido una ruptura, al parecer, irreconciliable. Si el cuerpo de las mujeres es la última frontera del capitalismo, el prostíbulo es la última frontera del feminismo. A través de esta alegoría, podemos observar cómo la prostitución se va configurando como el eterno espacio por «conquistar» dentro de los feminismos y cómo, al mismo tiempo, ha quedado relegada en los márgenes y la periferia de un movimiento que lucha por la visibilidad del mayor conjunto de pluralidades posibles.

Feminismos desde las esquinas, pretende representar toda la carga metafórica que puede albergar una esquina, en el sentido de representar la parte exterior del lugar donde convergen dos lados de una cosa. Dos lados, feminismo y prostitución, que se encuentran en la emergencia del movimiento en defensa de los derechos de las trabajadoras del sexo. Un movimiento que, desde las esquinas, reclama la participación en el espacio de los feminismos, que aspiran a ser cada vez más plurales e interseccionales. La cuestión que hoy se dirime en el espacio público es si tiene lugar y si lo tiene en los términos que el movimiento reivindica. De ahí, nos surgen las preguntas: ¿son feminismo y prostitución espacios con capacidad de cruce y de encuentro?, ¿es nueva la confrontación en el espacio público entre ambos fenómenos? Elena Martínez nos sumerge en el debate desde la experiencia propia con las mujeres que ejercen la prostitución y las políticas que las atraviesan.

Feminismos desde las esquinas - Elena Martínez Pérez

$44.590
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Dentro del binomio prostitución-feminismo resulta bastante habitual recurrir a su dimensión metafórica como espacio de prácticas, experiencias o militancias, siendo las metáforas que delimitan el fin de un espacio y el comienzo del siguiente. Así la prostitución ha intentado insertarse dentro del feminismo y cuando lo ha conseguido se ha producido una ruptura, al parecer, irreconciliable. Si el cuerpo de las mujeres es la última frontera del capitalismo, el prostíbulo es la última frontera del feminismo. A través de esta alegoría, podemos observar cómo la prostitución se va configurando como el eterno espacio por «conquistar» dentro de los feminismos y cómo, al mismo tiempo, ha quedado relegada en los márgenes y la periferia de un movimiento que lucha por la visibilidad del mayor conjunto de pluralidades posibles.

Feminismos desde las esquinas, pretende representar toda la carga metafórica que puede albergar una esquina, en el sentido de representar la parte exterior del lugar donde convergen dos lados de una cosa. Dos lados, feminismo y prostitución, que se encuentran en la emergencia del movimiento en defensa de los derechos de las trabajadoras del sexo. Un movimiento que, desde las esquinas, reclama la participación en el espacio de los feminismos, que aspiran a ser cada vez más plurales e interseccionales. La cuestión que hoy se dirime en el espacio público es si tiene lugar y si lo tiene en los términos que el movimiento reivindica. De ahí, nos surgen las preguntas: ¿son feminismo y prostitución espacios con capacidad de cruce y de encuentro?, ¿es nueva la confrontación en el espacio público entre ambos fenómenos? Elena Martínez nos sumerge en el debate desde la experiencia propia con las mujeres que ejercen la prostitución y las políticas que las atraviesan.