«La novela que acabo de terminar, Federico en su balcón, está protagonizada por dos interlocutores: el autor de la novela y el personaje Federico Nietzsche. Como Nietzsche dijo "Dios ha muerto", Dios, para contradecirlo, le da una segunda vida a Nietzsche, pero le permite observar un mundo donde todo es un eterno retorno.» Carlos Fuentes. Feria del Libro de Buenos Aires, Argentina, 1 de mayo de 2012.

 

Esta novela es el testamento literario de Carlos Fuentes, una lección definitiva sobre lo que fue y seguirá siendo co

mo escritor. Un autorretrato hablado donde el narrador se multiplica en sus personajes, creando la contradicción espiritual y filosófica que siempre bulló en su alma, una dialéctica que abre interrogaciones sin intentar respuestas determinantes.

 

Es lo que hizo a lo largo de su vida y de sus libros: interrogar, cuestionar, abrir la ventana, asomarse, agarrar a las verdades establecidas por el rabo y hacerlas chillar.

 

Desde su balcón en el Hotel Metropol, Federico Nietzsche, que regresa a una edad moderna con sus viejas dudas y culpas, interroga a Federico Nietzsche en el otro balcón. Carlos Fuentes, desde el suyo, interroga a Carlos Fuentes que se asoma al otro. Entre ambos hay espejos que los reflejan y reflejan a las edades. Carlos Nietzsche y Federico Fuentes conversan sobre el poder, el amor y la justicia mientras van dando entrada a estrafalarios y paradigmáticos personajes al escenario de una revolución donde caerán cabezas. Así es la historia de la ambición humana, de la intriga por el poder, del delirio que lleva al crimen, de la bastardía de la traición, porque el poder implica hilos manejados tras bambalinas, dominio sobre el otro.

Federico en su balcón - Carlos Fuentes

$61.699
Federico en su balcón - Carlos Fuentes $61.699

«La novela que acabo de terminar, Federico en su balcón, está protagonizada por dos interlocutores: el autor de la novela y el personaje Federico Nietzsche. Como Nietzsche dijo "Dios ha muerto", Dios, para contradecirlo, le da una segunda vida a Nietzsche, pero le permite observar un mundo donde todo es un eterno retorno.» Carlos Fuentes. Feria del Libro de Buenos Aires, Argentina, 1 de mayo de 2012.

 

Esta novela es el testamento literario de Carlos Fuentes, una lección definitiva sobre lo que fue y seguirá siendo co

mo escritor. Un autorretrato hablado donde el narrador se multiplica en sus personajes, creando la contradicción espiritual y filosófica que siempre bulló en su alma, una dialéctica que abre interrogaciones sin intentar respuestas determinantes.

 

Es lo que hizo a lo largo de su vida y de sus libros: interrogar, cuestionar, abrir la ventana, asomarse, agarrar a las verdades establecidas por el rabo y hacerlas chillar.

 

Desde su balcón en el Hotel Metropol, Federico Nietzsche, que regresa a una edad moderna con sus viejas dudas y culpas, interroga a Federico Nietzsche en el otro balcón. Carlos Fuentes, desde el suyo, interroga a Carlos Fuentes que se asoma al otro. Entre ambos hay espejos que los reflejan y reflejan a las edades. Carlos Nietzsche y Federico Fuentes conversan sobre el poder, el amor y la justicia mientras van dando entrada a estrafalarios y paradigmáticos personajes al escenario de una revolución donde caerán cabezas. Así es la historia de la ambición humana, de la intriga por el poder, del delirio que lleva al crimen, de la bastardía de la traición, porque el poder implica hilos manejados tras bambalinas, dominio sobre el otro.