Un barrio admirado y visitado por turistas que van a ver una “situación” indescriptible; un biólogo que alucina con el alga que quisiera investigar; una anciana que se suicida por su afán competitivo; un publicista que pierde estrepitosamente su campaña; la señorita que viaja a la playa esperando algún suceso extraordinario. Estos relatos, articulados por otros textos que van de la reflexión sobre la muerte al ejercicio ensayístico imposible, dan cuenta de una escritura que no cede hasta llegar a lo más improbable, donde el lenguaje se desarma ante la exageración. Humorísticas y filosóficas, las partes que forman este libro muestran la solidez y diferencia de María Pía Escobar (Asunción, 1989) dentro de la literatura latinoamericana actual.

“Quienes hemos leído a Pía Escobar conocemos la eficacia con que manipula la escritura y la peculiaridad de su mirada sobre el mundo, absurda, a veces dramática y sobre todo hilarante. Esos ejes estructuran este libro extraño para la actualidad, difícil de reducir a categorías instrumentales de lectura. La extrañeza parte porque alterna relatos y ensayos, formatos con dinámicas distintas, que en este caso se acoplan misteriosamente como parte de un sistema. Así desarrolla un proceso de obsesiones, de hipertrofias, de observaciones microscópicas y de memorias nítidas, inflexiones de la actividad mental que pueden clasificarse como exageraciones. Lo que sin duda podemos considerar ausente de estas páginas es el tedio: no hay cómo dejar de seguir las especulaciones de un narrador irónico, distante, de palabra precisa, que ejerce la libertad de lo estrambótico cuando el curso del texto insinúa tomar ese rumbo”. Roberto Merino