Una parte de la pelota que tienes en la mano se esconde de la vista de quien la mira. Como pasa con la luna, un lado queda siempre oculto. Lo mismo sucede con el resto de los objetos: con los juguetes, con los edificios y hasta con la gente. Nada se deja ver por completo. Esconderse, pues, es algo habitual. Al igual que un armario, que guarda los secretos en su interior oscuro, también a menudo las personas quieren atesorar algunas cosas solo para si mismas.

 

Escondites - Mateusz Wysocki y Agata Królak

$16.000
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Escondites - Mateusz Wysocki y Agata Królak $16.000

Una parte de la pelota que tienes en la mano se esconde de la vista de quien la mira. Como pasa con la luna, un lado queda siempre oculto. Lo mismo sucede con el resto de los objetos: con los juguetes, con los edificios y hasta con la gente. Nada se deja ver por completo. Esconderse, pues, es algo habitual. Al igual que un armario, que guarda los secretos en su interior oscuro, también a menudo las personas quieren atesorar algunas cosas solo para si mismas.