penas unas semanas para conversar con Daniel Sibony, en el marco de la presentación de su libro “Entre-dos. Compartir el origen".

A 20 años de su primera publicación, Sara Vassallo tradujo este texto al español porque acerca a nuestra epocalidad otro tratamiento de la diferencia que los binarismos y el rechazo que anula las distinciones. Además cuenta con un nuevo prólogo y un nuevo capítulo.

El «entre-dos» no es la síntesis de los dos términos opuestos, es él mismo lo que vincula y a la vez separa, en tanto terceridad de apertura a la enajenación de lo uno o lo otro.

Así lo fórmula el propio Daniel Sibony: “Hemos vivido y pensado hasta ahora bajo el signo de la diferencia: diferencia sexual (¿es usted hombre o mujer?), diferencia entre autóctonos y extranjeros (¿tiene usted el verdadero documento de identidad?), diferencia entre enfermo y sano, normal y neurótico, muerto y vivo (¿Sí? ¿Está verdaderamente muerto? ¿Se le pueden extirpar los órganos? ¿Todavía no? En diez minutos...). Había siempre una línea, una frontera que separaba el todo, con un más acá y un más allá, que constituía la diferencia. A veces esa bipartición era caricatural: “los buenos de un lado, los malos del otro”, hasta el punto que pudo ser aprovechada para rechazar la diferencia: ¡Pero vamos! Es bien sabido, todo el mundo es bueno y malo ¿no es cierto?... Después de lo cual se expande una ola de indiferencia, remplazada poco después por un reflujo de diferencia, una oleada profunda y esta vez, urticante: “¡No vamos a dejarnos invadir, mal que mal! ¡Tenemos una identidad! ¿Adónde va ir a parar?”...”.

Es también practicando el entre-dos que, “achivida, compañía editorial” y “En el margen”, presentamos la publicación, en un trabajo de co-edición.

Entre dos - Daniel Sanboy

$15.000
Entre dos - Daniel Sanboy $15.000

penas unas semanas para conversar con Daniel Sibony, en el marco de la presentación de su libro “Entre-dos. Compartir el origen".

A 20 años de su primera publicación, Sara Vassallo tradujo este texto al español porque acerca a nuestra epocalidad otro tratamiento de la diferencia que los binarismos y el rechazo que anula las distinciones. Además cuenta con un nuevo prólogo y un nuevo capítulo.

El «entre-dos» no es la síntesis de los dos términos opuestos, es él mismo lo que vincula y a la vez separa, en tanto terceridad de apertura a la enajenación de lo uno o lo otro.

Así lo fórmula el propio Daniel Sibony: “Hemos vivido y pensado hasta ahora bajo el signo de la diferencia: diferencia sexual (¿es usted hombre o mujer?), diferencia entre autóctonos y extranjeros (¿tiene usted el verdadero documento de identidad?), diferencia entre enfermo y sano, normal y neurótico, muerto y vivo (¿Sí? ¿Está verdaderamente muerto? ¿Se le pueden extirpar los órganos? ¿Todavía no? En diez minutos...). Había siempre una línea, una frontera que separaba el todo, con un más acá y un más allá, que constituía la diferencia. A veces esa bipartición era caricatural: “los buenos de un lado, los malos del otro”, hasta el punto que pudo ser aprovechada para rechazar la diferencia: ¡Pero vamos! Es bien sabido, todo el mundo es bueno y malo ¿no es cierto?... Después de lo cual se expande una ola de indiferencia, remplazada poco después por un reflujo de diferencia, una oleada profunda y esta vez, urticante: “¡No vamos a dejarnos invadir, mal que mal! ¡Tenemos una identidad! ¿Adónde va ir a parar?”...”.

Es también practicando el entre-dos que, “achivida, compañía editorial” y “En el margen”, presentamos la publicación, en un trabajo de co-edición.