Lucía escribe con suavidad acerca de lo que más nos aterra. En esta narración especulativa el arco de los suplicios va desde sentir “empatía absoluta” hasta existir, trabajar, vivir en
familia como un viviente afantasmado al que nada alcanza a rozarlo. Es que los sentimientos “desubicados” que se le escapan al protagonista son como animales de un zoo que han perdido todo lo salvaje y no saben cómo sobrevivir fuera de la jaula.
En este mundo de Entonces eso es todo soñar, escribir o conversar son vintage y se reemplazan por estados medicamentosos para viajes controlados o por algoritmos que
son cuevas donde esconderse en las redes.
La ciencia ficción existe para interrogarse sin límites. ¿Sentir es sufrir? ¿Se puede vivir sin sentir? La novela extiende sus preguntas y pone en acción un deseo mayor: no enfermar y
no morir. Entonces los antiguos provida nos impiden morir.
Esta novela es un espejo en el cual tendremos que mirarnos. Con algún respiro de “amor” y una narrativa inteligente, Lucía Vazquez activa la inquietud de si es preferible vivir en un enchastre de sentimientos y catástrofes que vivir para siempre.

CLAUDIA ABOAF

Entonces eso es todo - Lucía Vazquez

$12.000
Entonces eso es todo - Lucía Vazquez $12.000

Lucía escribe con suavidad acerca de lo que más nos aterra. En esta narración especulativa el arco de los suplicios va desde sentir “empatía absoluta” hasta existir, trabajar, vivir en
familia como un viviente afantasmado al que nada alcanza a rozarlo. Es que los sentimientos “desubicados” que se le escapan al protagonista son como animales de un zoo que han perdido todo lo salvaje y no saben cómo sobrevivir fuera de la jaula.
En este mundo de Entonces eso es todo soñar, escribir o conversar son vintage y se reemplazan por estados medicamentosos para viajes controlados o por algoritmos que
son cuevas donde esconderse en las redes.
La ciencia ficción existe para interrogarse sin límites. ¿Sentir es sufrir? ¿Se puede vivir sin sentir? La novela extiende sus preguntas y pone en acción un deseo mayor: no enfermar y
no morir. Entonces los antiguos provida nos impiden morir.
Esta novela es un espejo en el cual tendremos que mirarnos. Con algún respiro de “amor” y una narrativa inteligente, Lucía Vazquez activa la inquietud de si es preferible vivir en un enchastre de sentimientos y catástrofes que vivir para siempre.

CLAUDIA ABOAF