Mirando el horizonte, como distraída y dejando que el pelo le tapara un poco la cara, usándolo quizás como escudo, dejó caer: —Tendríamos que hacer algo con mamá. Esa frase, suspendida en la espuma de las olas, fue repentinamente retomada por ella misma largando su tan masticada idea.

 

Con estas primeras notas, que más que a reflexión suenan a un ruego, comienza una novela que recuerda a la música sinfónico-coral, y va entrelazando historias y vínculos entre “ellas”. Las melodías ligan las recetas y los momentos compartidos, levando las palabras que hornean los viernes.

La tarde con Bach era un bálsamo, regalaba paz. El violoncello tenía esa capacidad de hacer etéreo cualquier clima espeso, mientras acompañaba las manos de Julia. La inmigración, el trabajo, la violencia, los celos y el amor, siempre conteniendo las relaciones que bullen en las hornallas de la casa de Aurora.

Conflictos, descubrimientos, afectos nuevos o renacidos, amasados y dulces, como la vida. Dudas, certezas, seis mujeres. Son ellas, los viernes.

Ellas los viernes - Ruth Kñallinsky

$26.500
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Mirando el horizonte, como distraída y dejando que el pelo le tapara un poco la cara, usándolo quizás como escudo, dejó caer: —Tendríamos que hacer algo con mamá. Esa frase, suspendida en la espuma de las olas, fue repentinamente retomada por ella misma largando su tan masticada idea.

 

Con estas primeras notas, que más que a reflexión suenan a un ruego, comienza una novela que recuerda a la música sinfónico-coral, y va entrelazando historias y vínculos entre “ellas”. Las melodías ligan las recetas y los momentos compartidos, levando las palabras que hornean los viernes.

La tarde con Bach era un bálsamo, regalaba paz. El violoncello tenía esa capacidad de hacer etéreo cualquier clima espeso, mientras acompañaba las manos de Julia. La inmigración, el trabajo, la violencia, los celos y el amor, siempre conteniendo las relaciones que bullen en las hornallas de la casa de Aurora.

Conflictos, descubrimientos, afectos nuevos o renacidos, amasados y dulces, como la vida. Dudas, certezas, seis mujeres. Son ellas, los viernes.