Si es evidente que el trabajo ya no es lo que fue, ¿cómo lo pensamos en pleno siglo XXI? ¿Podemos hacerlo sin caer en los lugares comunes de la tecnociencia, el teletrabajo o la inteligencia artificial? Este breve y poderoso libro demuestra que, para quebrar esas lógicas mercantilistas, es fundamental encarar una discusión política y filosófica alrededor de una pregunta inquietante: ¿cómo y por qué trabajar hoy? Alain Supiot hace en estas páginas un llamado a dejar de pensar el trabajo como una actividad por la que se recibe un salario para poner en el centro de la cuestión a las personas y asegurarles una protección que no solo prevea la situación de desempleo, sino la formación permanente, las tareas de cuidado y el trabajo comunitario. Y lo hace sin postular el retorno a un mundo de pleno empleo que, a esta altura, se ha vuelto una utopía, sino en diálogo con el trabajo precarizado e informal que hoy nos es tan familiar. Especialista en derecho del trabajo, reconocido académico, Supiot construye una argumentación persuasiva: el principio de igual dignidad de los seres humanos no puede reducirse a lo que tienen o a lo que son, sino que debe abrirse a lo que hacen. Con todas sus contradicciones, el siglo XXI ofrece la oportunidad de que se vuelva a demostrar un hecho histórico: la exigencia de justicia en el trabajo ha sido siempre un motor del cambio social.

El trabajo ya no es lo que fue - Alain Supiot

$15.390
El trabajo ya no es lo que fue - Alain Supiot $15.390

Si es evidente que el trabajo ya no es lo que fue, ¿cómo lo pensamos en pleno siglo XXI? ¿Podemos hacerlo sin caer en los lugares comunes de la tecnociencia, el teletrabajo o la inteligencia artificial? Este breve y poderoso libro demuestra que, para quebrar esas lógicas mercantilistas, es fundamental encarar una discusión política y filosófica alrededor de una pregunta inquietante: ¿cómo y por qué trabajar hoy? Alain Supiot hace en estas páginas un llamado a dejar de pensar el trabajo como una actividad por la que se recibe un salario para poner en el centro de la cuestión a las personas y asegurarles una protección que no solo prevea la situación de desempleo, sino la formación permanente, las tareas de cuidado y el trabajo comunitario. Y lo hace sin postular el retorno a un mundo de pleno empleo que, a esta altura, se ha vuelto una utopía, sino en diálogo con el trabajo precarizado e informal que hoy nos es tan familiar. Especialista en derecho del trabajo, reconocido académico, Supiot construye una argumentación persuasiva: el principio de igual dignidad de los seres humanos no puede reducirse a lo que tienen o a lo que son, sino que debe abrirse a lo que hacen. Con todas sus contradicciones, el siglo XXI ofrece la oportunidad de que se vuelva a demostrar un hecho histórico: la exigencia de justicia en el trabajo ha sido siempre un motor del cambio social.