Mariana Wikinski asume la tarea de explorar el trabajo ciclópeo de testimoniar por parte de los testigos-víctimas sobrevivientes.  Nos propone recuperar “la complejidad del entrecruzamiento entre la voz del testigo y la verdad histórica”. Testigos-testimoniantes que solicitan que creamos en su palabra, en su memoria traumática. Que creamos en su palabra, repito, aún con las dudas, con el temor de olvidarse de algo o alguien. Memoria plena de recuerdos y de olvidos que no son reminiscencias, sino reviviscencias.

Hace un recorrido en profundidad y a contrapelo de una sacralización de las víctimas, porque sacralizarlas implica eludir la responsabilidad por la Historia acontecida y abandonarlas en el lugar solitario del cuerpo sacrificial, de una violencia sagrada, en lo siempre absoluto e irrevocable de lo postulado como sagrado. Avanza también en sentido contrario a un academicismo vacío. Visita autores, revisa ideas y conceptos, indaga sus modos de pensar en el límite de lo pensable, en el desafío que nos obliga a pensar de nuevo, otra vez, tejiendo y destejiendo tramas simbolizantes que nos permitan desentrañar cómo podría narrarse tanta injuria evitable, y sin embargo nuevamente repetida a lo largo de la Historia, cada vez con una aplicación más sofisticada de los saberes científicos y técnicos.   En la experiencia de cada testigo sobreviviente advertimos entonces esa tensión conflictiva que articula y agrieta al mismo tiempo la relación entre lo singular y lo colectivo, y así cada testimonio testimonia las experiencias traumáticas de cada uno, de uno por uno y también de una comunidad, de un grupo, de una sociedad, de una época del mundo.

Sostenerse como testigos de los testigos que sostienen sus testimonios, cadena testimoniante que recorre este libro. Escribe la autora: “Entonces, ahora sí, donación de la propia palabra y al mismo tiempo hospitalidad con la palabra que se ha perdido”. Sostener la palabra que -aún en las insuficiencias del lenguaje, de todo lenguaje- “hace del hecho de testimoniar un acto político”.

Ana Berezin

 

El trabajo del testigo - Mariana Wikinski

$15.000
El trabajo del testigo - Mariana Wikinski $15.000

Mariana Wikinski asume la tarea de explorar el trabajo ciclópeo de testimoniar por parte de los testigos-víctimas sobrevivientes.  Nos propone recuperar “la complejidad del entrecruzamiento entre la voz del testigo y la verdad histórica”. Testigos-testimoniantes que solicitan que creamos en su palabra, en su memoria traumática. Que creamos en su palabra, repito, aún con las dudas, con el temor de olvidarse de algo o alguien. Memoria plena de recuerdos y de olvidos que no son reminiscencias, sino reviviscencias.

Hace un recorrido en profundidad y a contrapelo de una sacralización de las víctimas, porque sacralizarlas implica eludir la responsabilidad por la Historia acontecida y abandonarlas en el lugar solitario del cuerpo sacrificial, de una violencia sagrada, en lo siempre absoluto e irrevocable de lo postulado como sagrado. Avanza también en sentido contrario a un academicismo vacío. Visita autores, revisa ideas y conceptos, indaga sus modos de pensar en el límite de lo pensable, en el desafío que nos obliga a pensar de nuevo, otra vez, tejiendo y destejiendo tramas simbolizantes que nos permitan desentrañar cómo podría narrarse tanta injuria evitable, y sin embargo nuevamente repetida a lo largo de la Historia, cada vez con una aplicación más sofisticada de los saberes científicos y técnicos.   En la experiencia de cada testigo sobreviviente advertimos entonces esa tensión conflictiva que articula y agrieta al mismo tiempo la relación entre lo singular y lo colectivo, y así cada testimonio testimonia las experiencias traumáticas de cada uno, de uno por uno y también de una comunidad, de un grupo, de una sociedad, de una época del mundo.

Sostenerse como testigos de los testigos que sostienen sus testimonios, cadena testimoniante que recorre este libro. Escribe la autora: “Entonces, ahora sí, donación de la propia palabra y al mismo tiempo hospitalidad con la palabra que se ha perdido”. Sostener la palabra que -aún en las insuficiencias del lenguaje, de todo lenguaje- “hace del hecho de testimoniar un acto político”.

Ana Berezin