En idiomas anglosajones se habla del género coming-of-age cuando se quiere referir, no a una edad en particular, sino a un tipo de narrativa que expone la textura del crecimiento, el pasaje entre ser una y ser otra misma que es otra a su vez. Si los libros de poesía admitieran esa etiqueta, me atrevo a decir que El tamaño de mis miedos sería el coming-of-age perfecto, ya que logra explorar y exponer los vericuetos del superyó con transparencia, fidelidad y delicadeza. Una mudanza, una separación, un aborto, la idea del mar, una planta en un balcón, la idealización de los demás, la duda sobre el tiempo, poner paños fríos y, ante todo, intentar saber qué hacer con la libertad. Son puntos de la cartografía entre platense y marplatense de un libro que se mira de afuera hacia adentro y vuelve a salir del centro porque crecer es descubrir que todos tenemos los mismos miedos (aunque en distintos tamaños incognoscibles). La única esperanza que nos queda es saber que el pozo al cual nos caemos todos es el mismo en algún sentido. 

Malén Denis

El tamaño de mis miedos - Agustina Catalano

$13.800
El tamaño de mis miedos - Agustina Catalano $13.800

En idiomas anglosajones se habla del género coming-of-age cuando se quiere referir, no a una edad en particular, sino a un tipo de narrativa que expone la textura del crecimiento, el pasaje entre ser una y ser otra misma que es otra a su vez. Si los libros de poesía admitieran esa etiqueta, me atrevo a decir que El tamaño de mis miedos sería el coming-of-age perfecto, ya que logra explorar y exponer los vericuetos del superyó con transparencia, fidelidad y delicadeza. Una mudanza, una separación, un aborto, la idea del mar, una planta en un balcón, la idealización de los demás, la duda sobre el tiempo, poner paños fríos y, ante todo, intentar saber qué hacer con la libertad. Son puntos de la cartografía entre platense y marplatense de un libro que se mira de afuera hacia adentro y vuelve a salir del centro porque crecer es descubrir que todos tenemos los mismos miedos (aunque en distintos tamaños incognoscibles). La única esperanza que nos queda es saber que el pozo al cual nos caemos todos es el mismo en algún sentido. 

Malén Denis