Detrás de un gran hombre
hay una gran mujer
se escuchaba en mi casa
a pesar de la insistencia vital
de nacer mujeres.
Detrás de un gran hombre
hay una gran mujer
y yo que nací en el cerropelón
sobre la calle que llega al río
fui un bebé negro
de nombre Vicente
y ropa celeste.
Mi verdadero nombre
me lo dio mi hermana
un mes después.
Detrás de un gran hombre
hay una gran mujer
y nunca darse cuenta
de todo lo que decíamos
mis hermanas y yo
con el idioma que inventamos
para hablar entre nosotras.
Detrás de un gran hombre
hay una gran mujer
pero yo fui la que levantó
en brazos a mi hermana
cuando cruzó por debajo
de la puerta oxidada
cortándose los talones.
Detrás de un gran hombre
hay una gran mujer
pero fue el brazo de mi hermana
que me sacó del mar
cuando me ahogaba.
Detrás de un gran hombre
hay una gran mujer.
Por eso te quiero decir
Yo soy mi propia mujer.
Yo soy mi propia mujer.