Desde la cárcel, Antonio Gramsci escribió muchas cartas a su mujer. En una de ellas le comparte un cuento para que se lo lea a sus hijos: el de un ratón que se bebe la leche del desayuno de un niño. El ratón, queriendo deshacer su trasgresión, descubre una mayor y más terrible que la suya: la tierra y la montaña han sido devastados por los hombres.

Esta breve fábula muestra cómo lo más pequeño está conectado con lo más grande, y cómo son los pequeños quienes pueden impulsar grandes cambios en el mundo. Invita a reflexionar sobre nuestro lugar en la Tierra y en la Naturaleza en un momento más que necesario.

Antonio Gramsci fue uno de los intelectuales más importantes del siglo XX. Él y otros compañeros fundaron el Partido Comunista italiano, al que representó como diputado en el Parlamento. Detenido por el gobierno fascista de Mussolini en 1926, fue condenado a veinte años de prisión. Su mala salud se agravó con el maltrato carcelario. Falleció en 1937, tras pasar los últimos años recluido en un hospital. En la cárcel escribió buena parte de su obra y muchísimas cartas a su mujer, Giulia, y a sus hijos, Delio y Giuliano.

El ratón y la montaña - Antonio Gramsci (Laia Domènec Ilustraciones)

$21.800
El ratón y la montaña - Antonio Gramsci (Laia Domènec Ilustraciones) $21.800

Desde la cárcel, Antonio Gramsci escribió muchas cartas a su mujer. En una de ellas le comparte un cuento para que se lo lea a sus hijos: el de un ratón que se bebe la leche del desayuno de un niño. El ratón, queriendo deshacer su trasgresión, descubre una mayor y más terrible que la suya: la tierra y la montaña han sido devastados por los hombres.

Esta breve fábula muestra cómo lo más pequeño está conectado con lo más grande, y cómo son los pequeños quienes pueden impulsar grandes cambios en el mundo. Invita a reflexionar sobre nuestro lugar en la Tierra y en la Naturaleza en un momento más que necesario.

Antonio Gramsci fue uno de los intelectuales más importantes del siglo XX. Él y otros compañeros fundaron el Partido Comunista italiano, al que representó como diputado en el Parlamento. Detenido por el gobierno fascista de Mussolini en 1926, fue condenado a veinte años de prisión. Su mala salud se agravó con el maltrato carcelario. Falleció en 1937, tras pasar los últimos años recluido en un hospital. En la cárcel escribió buena parte de su obra y muchísimas cartas a su mujer, Giulia, y a sus hijos, Delio y Giuliano.