El precedente trabaja con un significante móvil, desconyuntado, a veces para decir dos cosas, o para decir con pausa, la letra se desgrana y abre orificios, y por esos huecos entra el vacío o el cosmos.
Descoloca al yo, esa persona confesional y literal, para instalar el proceso fragmentado de un pensamiento que aboga en un cuerpo, y pasa desde la lucidez del destino a no saber ni recordar nada. Abullonado, el cuerpo sobrevive a cualquier terror, cualquier infierno.
Se desbunda, se abre en abundancia como si fuera un submarino o un abecedario. No rinde cuentas a ninguno, porque más de uno prolifera en el proceso sin identidad patronímica, pero no deja de ser real, o al contrario es más real, llevado por el hábito pero sin definir la forma, babea, chorrea, se empingorotea, sube y baja, y baila con el vientre mientras entra por el pasaje oscuro, la oscuridad dulzona que nos transita.

Roberto Echavarren

 

En esa grasa

la gracia

de modelar el gesto

cada une es alice

con e que alisa

las diferencias son

inconmensurables

imposibles de cotejar

en esos datos, dinero, tributos

cultura fiscal al fin

señales de tránsito

fichitas de un juego que cansa

por fin

no querer ser humanes al fin

así, animales

de una inteligencia

sonámbula

gerontes que adoramos la zarzuela

reaparece con todo hablando

todas las máscaras

de un silencio

estupendo.

El precedente - Rom Freschi

$10.800
El precedente - Rom Freschi $10.800

El precedente trabaja con un significante móvil, desconyuntado, a veces para decir dos cosas, o para decir con pausa, la letra se desgrana y abre orificios, y por esos huecos entra el vacío o el cosmos.
Descoloca al yo, esa persona confesional y literal, para instalar el proceso fragmentado de un pensamiento que aboga en un cuerpo, y pasa desde la lucidez del destino a no saber ni recordar nada. Abullonado, el cuerpo sobrevive a cualquier terror, cualquier infierno.
Se desbunda, se abre en abundancia como si fuera un submarino o un abecedario. No rinde cuentas a ninguno, porque más de uno prolifera en el proceso sin identidad patronímica, pero no deja de ser real, o al contrario es más real, llevado por el hábito pero sin definir la forma, babea, chorrea, se empingorotea, sube y baja, y baila con el vientre mientras entra por el pasaje oscuro, la oscuridad dulzona que nos transita.

Roberto Echavarren

 

En esa grasa

la gracia

de modelar el gesto

cada une es alice

con e que alisa

las diferencias son

inconmensurables

imposibles de cotejar

en esos datos, dinero, tributos

cultura fiscal al fin

señales de tránsito

fichitas de un juego que cansa

por fin

no querer ser humanes al fin

así, animales

de una inteligencia

sonámbula

gerontes que adoramos la zarzuela

reaparece con todo hablando

todas las máscaras

de un silencio

estupendo.