Ensayos en torno a la poesía.

Uno es ese famoso nadie que escribe, y si escribe poemas, es más nadie que ningún otro –sostiene ese clown que usa nariz colorada porque esa es la marca de alguien que cae y hace de la caída otra cosa: conmoción, risa, testimonio. Si el poeta es un fingidor, como anhelaba Pessoa, el poeta clown da el salto mortal y nos trae en gesto de pura entrega sus impulsos más íntimos: una genealogía de pertenencias, lecturas, amores, fraternidades y posicionamientos éticos y estéticos. La única ley es el deseo. La única fortuna de un poeta es el deseo.

Con esta cartografía de vivencias, en clave de artificios y experiencia, Osvaldo Bossi abre su concepción de la poesía y, de soslayo, también de la vida. Clown, mago, maestro de ceremonias, acróbata, león y domador despliega un mundo desde donde pensar lo poético. Lejos de la mirada académica, en retazos y fulguraciones, casi como resuenan los poemas: La voz de la poesía viene de ahí. Aparece cuando uno menos se lo imagina. Es como un trino, un suspiro, un mínimo jadeo. En esta carpa circense de espejos, escritura y lectura devienen amor y deseo, soledad y centro. Un derramarse hacia les otres en palabras: seguir cantando, a pesar de los años.

andi nachon

El poeta como clown - Osvaldo Bossi

$20.000
El poeta como clown - Osvaldo Bossi $20.000

Ensayos en torno a la poesía.

Uno es ese famoso nadie que escribe, y si escribe poemas, es más nadie que ningún otro –sostiene ese clown que usa nariz colorada porque esa es la marca de alguien que cae y hace de la caída otra cosa: conmoción, risa, testimonio. Si el poeta es un fingidor, como anhelaba Pessoa, el poeta clown da el salto mortal y nos trae en gesto de pura entrega sus impulsos más íntimos: una genealogía de pertenencias, lecturas, amores, fraternidades y posicionamientos éticos y estéticos. La única ley es el deseo. La única fortuna de un poeta es el deseo.

Con esta cartografía de vivencias, en clave de artificios y experiencia, Osvaldo Bossi abre su concepción de la poesía y, de soslayo, también de la vida. Clown, mago, maestro de ceremonias, acróbata, león y domador despliega un mundo desde donde pensar lo poético. Lejos de la mirada académica, en retazos y fulguraciones, casi como resuenan los poemas: La voz de la poesía viene de ahí. Aparece cuando uno menos se lo imagina. Es como un trino, un suspiro, un mínimo jadeo. En esta carpa circense de espejos, escritura y lectura devienen amor y deseo, soledad y centro. Un derramarse hacia les otres en palabras: seguir cantando, a pesar de los años.

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