Según Heidegger, Marx al poner de cabeza la dialéctica de Hegel, así como Nietzsche al invertir a Platón, permanecerían atrapados en la metafísica… Parte del legado de Marx, según este argumento, sufrió los efectos de una fijación metafísica de la que sólo una deconstrucción nos podrá liberar. En esta deconstrucción, Marx con respecto al trabajo puede ser tan radical como Sade con respecto a la sexualidad; y contra el capitalismo tan necesario como Heidegger contra la técnica. Alejándose tanto del “marxismo” ortodoxo como de un concepto todavía técnico de la política revolucionaria, Oscar del Barco rastrea una transformación mucho más profunda en el concepto mismo de lo político, el cual ha entrado en una crisis que ya no es sólo una crisis limitada al marxismo. Para captar esta transformación, motivo principal del cambio de perspectiva de Marx a Heidegger, habría que dirigir la mirada hacia movimientos no estrictamente políticos o filosóficos sino místicos y artísticos.