Ilustraciones 1987 - 1989

A Gumier lo conocí por las notas y las columnas de opinión que publicaba a principio de los ’80, justo después de mi retorno al país. Luego, cuando empecé a dibujar asiduamente para esas mismas revistas, nos fuimos conociendo a medida que nos cruzábamos en dichas redacciones, que eran lugares de enorme riqueza. Espacios de encuentro donde sucedían cruces ideológicos, políticos y de lenguajes entre escritores, artistas, músicos, periodistas y sociólogos que daban cuenta de todo lo que sucedía en la cultura de Buenos Aires por aquellos años. Así fue que nació ese nuevo periodismo del que formamos parte con Gumier. Él, en ese entonces, era un alocado joven alternativo, un escritor abocado a discusiones políticas, en especial en torno al universe gay, pero ante todo, un decidido Defensor de la Libertad en todas sus acepciones. Una perla para mi fue verlos cierta noche a él y a Batato Barea, vestidxs de bailarinas, con tutú, medias y sandalias, peleándose a los gritos y piñas con policías en Parque Lezama…

 

Martin Kovensky

El carnaval del flagelo - Jorge Gumier Maier

$3.500
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El carnaval del flagelo - Jorge Gumier Maier $3.500

Ilustraciones 1987 - 1989

A Gumier lo conocí por las notas y las columnas de opinión que publicaba a principio de los ’80, justo después de mi retorno al país. Luego, cuando empecé a dibujar asiduamente para esas mismas revistas, nos fuimos conociendo a medida que nos cruzábamos en dichas redacciones, que eran lugares de enorme riqueza. Espacios de encuentro donde sucedían cruces ideológicos, políticos y de lenguajes entre escritores, artistas, músicos, periodistas y sociólogos que daban cuenta de todo lo que sucedía en la cultura de Buenos Aires por aquellos años. Así fue que nació ese nuevo periodismo del que formamos parte con Gumier. Él, en ese entonces, era un alocado joven alternativo, un escritor abocado a discusiones políticas, en especial en torno al universe gay, pero ante todo, un decidido Defensor de la Libertad en todas sus acepciones. Una perla para mi fue verlos cierta noche a él y a Batato Barea, vestidxs de bailarinas, con tutú, medias y sandalias, peleándose a los gritos y piñas con policías en Parque Lezama…

 

Martin Kovensky